• Las minas de EEUU están produciendo a su nivel más bajo desde 1986
  • En España, el sector del carbón ha pasado de 45.000 empleados en los años 80 a poco más de 3.000 en la actualidad
central energia

Un año después del acuerdo histórico alcanzado en la cumbre de medioambiente en París, los mercados centran su foco de atención en los principales contratiempos en el mercado de las renovables. Las perspectivas de una recesión cíclica en la energía solar y eólica, junto con la creciente incertidumbre política en Estados Unidos y China, han sido un factor clave para el débil desempeño de la energía limpia en 2016.

En China, se están llevando a cabo importantes reformas en el sector energético, que incluyen recortes en los objetivos eólicos y solares. Es la respuesta del gobierno a un menor crecimiento, que se sitúa en su nivel más bajo de los últimos 25 años. Mientras tanto, en Estados Unidos, las promesas de campaña de Donald Trump incluyen un giro en las políticas climáticas llevadas a cabo por Obama.

Entre algunos de los planes del nuevo presidente de EEUU está revitalizar la industria del carbón. El objetivo es crear empleos y ayudar a Estados Unidos a lograr la independencia energética. Compañías como Arch Coal se han reestructurado tras el declive de la industria estadounidense del carbón y han presentado unas poderosas subidas en bolsa hasta el momento, un 23% desde su relanzamiento a principios de octubre.

Sin embargo, antes de subirse al tren del carbón, hay más que contar en esta historia. A pesar de todo el optimismo en esta industria despertado por la administración Trump, hacer del carbón un producto confiable no es tan fácil.

El cambio estructural en las tecnologías bajas en emisiones no frena. Desde Goldman Sachs aseguran que esperan que el núcleo de este tipo de políticas se mantenga firme y que la tendencia global en 2017 irá en dirección a una economía baja en emisiones de carbono.

EL FUTURO DE LA INDUSTRIA DEL CARBÓN

Incluso antes de que el plano político entrara en juego, la industria del carbón ya estaba luchando por mantenerse viva en medio de los crecientes cambios globales. Las energías limpias se han vuelto mucho más eficientes desde el punto de vista de los precios, mientras que otros recursos como el gas natural han bajado de precio tanto que el carbón no puede competir.

Según la Administración de la Información de la Energía (EIA, por sus siglas en inglés), las minas de carbón estadounidenses produjeron 900 millones de toneladas de carbón en 2015, el nivel más bajo desde 1986. Desde 2008 han cerrado cerca de 300 plantas de carbón en EEUU y se perdieron en torno a 50.000 empleos entre 2008 y 2012, revelando una tendencia clara en el futuro de esta fuente de energía.

En España, la evolución de los combustibles fósiles es clara. Según el último informe mensual de la EIA, que alcanza hasta septiembre de 2016, el uso de carbón y petróleo mantiene una tendencia a la baja en los últimos años, mientras que se observa un avance de la energía geotérmica y otras renovables (los datos de energía solar son estimados).

A medida que la energía eólica y la solar crecen, se comienza a cambiar la dinámica del mercado de las economías desarrolladas. En China y Estados Unidos, la generación de electricidad mediante carbón ha ido perdiendo terreno en los últimos años. Según las estimaciones de Goldman Sachs, la producción de China caerá un 18% entre los años 2010-2020, mientras que en EEUU el descenso será del 15%.

Un gran número de países desarrollados está empezando a regular y penalizar la producción de energía mediante carbón. En Reino Unido, el gobierno ha establecido una fecha límite para dejar de usar esta fuente de energía en 2025, mientras que Francia, Holanda, Austria, Dinamarca y Alemania tienen planes similares.

LA SITUACIÓN DEL SECTOR DEL CARBÓN EN ESPAÑA

El sector de la minería de carbón en España ha pasado de contar con unos 45.000 trabajadores en los años 80 a poco más de 3.000 en el año 2014. En la actualidad, la mayor parte del carbón consumido en España proviene del extranjero.

Según el último dato publicado por Red Eléctrica de España (REE), el 70% del carbón que se consumió en España el pasado año fue importado. Además, entre 2007 y 2016, el carbón ha pasado de suponer el 12,6% del total de las fuentes de producción de electricidad al 9,5% actual.

Procedencia del carbón importado en España


Fuente: Carbunión

EL CARBÓN NO ENTRA EN LOS PLANES DE LOS PAÍSES NÓRDICOS

En Noruega, el fondo soberano decidió en 2015 dejar de invertir en en carbón. Valorado en 835.600 millones de euros, este fondo se deshizo de 52 compañías subsidiarias en abril, procedentes principalmente de de Estados Unidos y China.

El ministro de finanzas de Suecia ya anunció en noviembre el objetivo de sólo utilizar energías limpias para el año 2040, mientras que Finlandia plantea cerrar todas sus plantas energéticas de carbón para 2030. De hecho, el 79% del suministro eléctrico finlandés proviene de energías renovables y nuclear, y quieren sustituir el 7% de la energía producida por carbón tan pronto como sea posible.

En Suecia, el 86% de la energía proviene de plantas hidroeléctricas y nucleares. Además, el ministro de finanzas ha anunciado que pretende reducir los impuestos a la energía solar en un 98%.

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