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El crecimiento de la actividad empresarial en la zona euro se ralentizó hasta mínimos de más de cuatro años en diciembre. Una desaceleración provocada por las protestas en Francia y por la persistente debilidad de la demanda de automóviles. Así lo indican los datos de la última encuesta PMI, elaborada por la consultora Markit.

En este mes casi no se ha registrado ningún aumento del nivel de nuevos pedidos recibidos, la creación de empleo decayó hasta el nivel más bajo en dos años y el optimismo empresarial se deterioró. Así, el índice PMI compuesto de la actividad total de la zona euro cayó de 52,7 registrado en noviembre a 51,3 en diciembre, su lectura más baja desde noviembre de 2014.

Los nuevos pedidos para exportaciones, que incluyen el comercio entre los países de la zona euro, cayeron por tercer mes consecutivo y registraron el mayor declive desde el comienzo de esta serie, hace más de cuatro años.

Por su parte, la contratación se enfrentó a presiones por la situación de debilitamiento de las carteras de pedidos, lo que muchas veces fomentó una mayor cautela a la hora de decidirse a contratar más personal. En consecuencia, la creación de empleo mensual fue la menor de los dos últimos años.

La economía del sector manufacturero se mantuvo especialmente deslucida. Aunque el crecimiento de la producción industrial repuntó ligeramente de todos modos los productores indicaron el segundo menor incremento mensual de los últimos cuatro años. Como los pedidos de productos decrecieron por tercer mes consecutivo, cayendo al mayor ritmo de los últimos cuatro años, y el optimismo en el sector se deslizó hasta su mínima en seis años, los indicadores a futuro sugieren que la tendencia de la producción podría volver a debilitarse.

Mientras tanto, el crecimiento de la actividad comercial se ralentizó intensamente en el sector servicios, hasta alcanzar su mínima desde noviembre de 2014, a pesar de mantenerse ligeramente por encima de la expansión de la producción del sector manufacturero.

Los encuestados en diciembre indicaron un aumento de la preocupación por el comercio internacional y el crecimiento económico, la creciente incertidumbre política, el Brexit y el endurecimiento de las condiciones financieras. Una vez más se observaron comentarios generalizados sobre niveles especialmente desalentadores de las ventas y producción en el sector automotriz.

Por otra parte, en Francia los trastornos que han causado en los negocios y los viajes las protestas de los "chalecos amarillos" se sumaron al entorno de debilitación de la demanda, contribuyendo a la primera caída de la actividad total francesa de los últimos dos años y medio. Se produjo una caída tanto en la producción manufacturera como en la actividad del sector servicios.

Parte de la ralentización se debió a los trastornos que han causado las protestas de los "chalecos amarillos" en Francia

En Alemania, la actividad total creció al ritmo más lento de los últimos cuatro años. La actividad del sector servicios mantuvo un ritmo de expansión ligeramente más rápido que la producción del sector manufacturero, a pesar de que este último sector registró un crecimiento ligeramente mejor de la producción a medida que las firmas erosionaron cada vez más sus pedidos pendientes. Los nuevos pedidos recibidos en las fábricas alemanas cayeron por tercer mes consecutivo, decreciendo al ritmo más intenso de poco más de cuatro años.

En el resto de países, la tasa de crecimiento de la actividad total se situó ligeramente por encima de la media de la zona euro por primera vez desde mayo pasado pero igualmente se deterioró hasta su nivel más débil en poco más de cinco años.

Desde Markit consideran que "la economía de la zona euro arrojó resultados desalentadores al final de 2018", aunque parte de la ralentización se debió a los trastornos que han causado las protestas de los "chalecos amarillos" en Francia en los negocios y los viajes.

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