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La economía de la zona euro registra una nueva caída récord de la actividad en abril, como reflejo de la pandemia, que continuó teniendo un impacto severo en el sector privado. Debido a la prolongación de las restricciones impuestas para las actividades económicas no esenciales en la región, la contracción severa y sin precedentes de la actividad total se repitió a nivel sectorial. Tanto la producción del sector manufacturero como la actividad del sector servicios registraron caídas récord en abril y las empresas de servicios volvieron a registrar la contracción más fuerte.

Según los datos del índice PMI Compuesto de Actividad Total de la zona euro, elaborado por la consultora Markit, cayó a un nuevo mínimo de la serie en abril, 13,6, una lectura por debajo del récord anterior de 29,7 registrado en marzo.

Las restricciones vigentes para paliar el brote del Covid-19 condujeron no solo a un declive considerable de la actividad total, sino también, como era de esperar, a una caída abrupta y sin precedentes en los niveles de nuevos pedidos recibidos por las empresas de la zona euro. El estudio de abril también indicó que los nuevos pedidos para exportaciones disminuyeron a un ritmo récord de la serie.

Debido a la fuerte reducción en los niveles de nuevos pedidos recibidos, las empresas encuestadas observaron una caída pronunciada y acelerada de los pedidos pendientes en abril. Los trabajos por completar han disminuido por decimocuarto mes consecutivo, y la última contracción fue sin duda alguna la mayor en la historia de la serie.

La reducción neta en los niveles de personal fue la más fuerte jamás registrada

La destrucción de empleo aumentó en abril, y el nivel de empleo en general cayó por segundo mes consecutivo. Aunque algunas empresas comentaron que solicitaron despidos temporales para sus trabajadores, la reducción neta en los niveles de personal fue la más fuerte jamás registrada en casi veintidós años de recopilación de datos. Los recortes en los niveles de personal no solo fueron en respuesta a las decepcionantes tendencias de la actividad total actual, sino que también reflejaron la gran incertidumbre relativa al futuro.

La encuesta de abril mostró que las expectativas comerciales con respecto a los próximos doce meses cambiaron poco frente al mínimo histórico de la encuesta registrado en marzo. Muchas empresas indicaron una persistente preocupación sobre el impacto a largo plazo del brote del Covid-19 en la demanda y la actividad total.

Por último, los datos de los precios indicaron reducciones marcadas de los costes operativos de las empresas y de las tarifas. La reducción del precio de los productos y servicios relacionados con el petróleo, junto con la disminución de los costes laborales, disminuyeron los gastos operativos al ritmo más rápido desde julio de 2009. Los precios medios cobrados se redujeron a la tasa más fuerte en casi once años.

Por países, todos para los que se dispone de datos del sector manufacturero y del sector servicios sufrieron contracciones récord del estudio de la producción y de la actividad. Hubo alguna variación en los ritmos de contracción de las economías del sector privado. Los peores resultados se registraron en España e Italia, seguidas de Francia. Alemania e Irlanda registraron las cifras más altas del índice PMI compuesto.

SECTOR SERVICIOS

Tras la lectura mínima récord registrada en marzo, el índice PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios de la zona euro se desplomó aún más por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50 en abril, indicando una contracción sin precedentes de la actividad del sector servicios. El índice registró solo 12 puntos, una lectura por debajo del nivel de 26,4 registrado en marzo, ya que los esfuerzos para contener el brote del Covid-19 ejercieron una presión considerable en las operaciones comerciales.

Las empresas de servicios también experimentaron una caída importante de los nuevos pedidos recibidos, que alcanzaron su récord mínimo del estudio. Italia, España y Francia registraron los peores resultados en términos de actividad comercial y nuevos pedidos.

Las empresas de servicios españolas se mostraron especialmente pesimistas, seguidas de las alemanas

Debido al fuerte deterioro en el nivel de los nuevos pedidos recibidos, los pedidos pendientes de realización disminuyeron a un nuevo ritmo récord del estudio. El exceso de capacidad fue ampliamente evidente y en consecuencia los niveles de personal se redujeron por segundo mes consecutivo, y al ritmo más fuerte en casi veintidós años de recopilación de datos.

La preocupación sobre el impacto a largo plazo de la pandemia en la actividad comercial hizo que el grado de confianza fuese solo un poco más alto que el mínimo histórico registrada en marzo. Las empresas de servicios españolas se mostraron especialmente pesimistas, seguidas de las alemanas, a pesar de que el sentimiento en este último país mejoró desde marzo.

Por último, el precio medio de los insumos cayó por segundo mes consecutivo en abril, y la tasa de deflación fue la más fuerte en la historia del estudio. Las empresas repercutieron la reducción de los costes a los clientes, quienes a su vez se interesaron en renegociar las tarifas dado el entorno comercial desafiante. La tasa de reducción de la tarifas fue igual que la más fuerte registrada en la historia del estudio.

De esta manera, "el alcance de la desaceleración económica de la zona euro quedó patente debido a las caídas récord observadas en todos los países encuestados en abril, ya que tanto la producción manufacturera como la actividad del sector servicios se contrajeron a ritmos sin precedentes en la región", afirman en Markit.

"Puesto que gran parte de la economía de la región se mantuvo cerrada mientras las infecciones por el Covid-19 aumentaban, los datos económicos de abril son lamentables. Aunque este resultado era de esperar, la magnitud del declive sigue siendo impactante. Los datos de la encuesta indican que el PIB cayó a una tasa trimestral de alrededor del 7,5 %, superando con creces el peor declive observado durante la crisis financiera mundial. La dotación de empleo también está disminuyendo a un ritmo nunca visto con anterioridad", explican.

Creen que, "afortunadamente, puesto que las curvas del coronavirus se están aplanando y los gobiernos están actuando para aliviar algunas restricciones del confinamiento, muchos sectores deberían comenzar a ver un aumento de la actividad y de la demanda. Sin embargo, el proceso será muy gradual, a medida que los gobiernos balancean las necesidades de reactivar las economías y de prevenir una segunda ola de infecciones. La mayoría de las empresas inevitablemente tendrán que trabajar a niveles muy por debajo de la capacidad total y algunos sectores como el comercio minorista, los viajes, el turismo y el ocio, que ya son los más afectados, continuarán viéndose muy afectados por el distanciamiento social".

"Aunque el ritmo de declive puede atenuarse en los próximos meses, no esperamos ver indicios materiales de recuperación hasta la segunda mitad del año, y es probable que pasen varios años antes de que la actividad perdida, debido al brote del virus, se recupere por completo", concluyen.

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