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En la madrugada del 14 de febrero, Bélgica dio luz verde a la reforma que pretende modernizar el mercado laboral y que permitirá concentrar las horas de la semana laboral de cinco a cuatro días, flexibilizando los horarios de los trabajadores. Aquí en España, fue Más País quién promovió la jornada semanal de cuatro días, pero sus condiciones eran diferentes a las aprobadas en la capital europea.

El Gobierno y Más País, en febrero de 2021, pactaron un plan piloto de tres años para destinar 50 millones de euros en ayudas (que saldrán de los fondos europeos) a aquellas empresas que se ofrezcan a trabajar 32 horas semanales. Una iniciativa polémica que, según cálculos de los expertos, les saldrá 'a pagar' a un 42% de las compañías en España, es decir, a todas las del sector servicios.

En su momento, José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones, se posicionó sin embargo en contra porque asegura que España "no tiene margen" para una medida semejante. En esta línea, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha aclarado en los últimos días que la propuesta no esta todavía "sobre la mesa".

Pedro César Martínez Morán, doctor y director del Master en RRHH de ICADE, explicó en declaraciones a Bolsamanía en diciembre de 2020 que ningún país ha puesto en marcha al completo esta medida, aunque es cierto que está habiendo programas piloto desde diversas empresas a modo de experimento sin que todavía se hayan extraído los resultados. Pero Bélgica ha roto la balanza a favor de la pretendida reforma.

BÉLGICA DA UN PASO EN ESTE SENTIDO

La reforma del mercado laboral belga contempla una mayor flexibilidad de la jornada semanal. Los empleados podrán reducir un día de trabajo si aumentan el número de horas diarias trabajadas, de tal manera que podrían pasar de trabajar cinco a cuatro días. La reforma contempla una condición máxima de 9,5 horas de trabajo diarias ampliables a 10 horas, previo acuerdo entre empresa y sindicatos.

Los empleados que así lo deseen podrán trabajar más horas una semana para compensarlo con menos horas de trabajo la siguiente. No obstante, deberá ser el trabajador el que solicite ambas fórmulas de trabajo. Además, los asalariados con horarios variables deberán tener previsión de sus jornadas con un mínimo de siete días de antelación.

Los beneficios que esto puede aportar a los trabajadores serían los de reducir en días su semana laboral, permitiendo tener tres días íntegros de descanso a la semana en comparación con la actual, de dos días. No se prevé una disminución del poder adquisitivo, ya que las horas trabajadas serán las mismas a la semana que antes de la reforma, de 40.

Sin embargo, entre los contras que podemos encontrar, es que esta reforma no permite la conciliación familiar durante esos cuatro días en los que se trabajen 10 horas. Y, esto, sin contar que habrá trabajos más exigentes que, por motivos de salud, no podrán (o deberán) acogerse a la reforma.

Si a las horas trabajadas le añadidos el tiempo para comer o los desplazamientos, un trabajador medio podría estar casi 12 horas fuera de casa.

MÁS PAÍS BUSCA LA REDUCCIÓN DE JORNADA A 32 HORAS SEMANALES

El portavoz de Más País-Equo, Íñigo Errejón, ha subrayado este miércoles en el Congreso que la jornada laboral de cuatro días a la semana planteada en Bélgica no es la propuesta defendida por su formación pues "no libera tiempo" y "va en contra de la conciliación", pero "muestra claramente que es un debate que se va abriendo".

Errejón señaló que la propuesta que plantea su partido pasa por reducir la jornada semanal, a 32 horas o de cuatro días, manteniendo las 8 diarias, sin rebajar el sueldo pero liberando tiempo, algo que no se ha propuesto en la reforma belga, que acumula en cuatro días todas las horas que se realizan en cinco.

"Se trata de reducir la jornada laboral para trabajar menos, con más productividad, mejores condiciones de trabajo y trabajar todos. Esta no es nuestra propuesta, va en contra de la conciliación", ha afirmando el portavoz de Más País-Equo, que ha querido recordar que hace no tanto "algunos hacían bromas y decían que era imposible".

Lo positivo que pueda aportar la propuesta del partido de Errejón es una mejor conciliación familiar al tener que trabajar menos horas o menos días, permitiendo al trabajador desconectar del trabajo y poder realizar tareas de casa, cuidado de niños y mayores o, simplemente, descansar. Esto seguramente mejorase la productividad de la empresa, ya que con mejores condiciones de trabajo, los empleados se encontrarían descansados y motivados.

Entre los contras, las empresas podrían sufrir más económicamente al tener que disponer de más trabajadores para cubrir el resto de horas que los empleados en plantilla dejarían de realizar. Esto se traduce en un mayor coste, por los sueldos de las nuevas contrataciones.

"A la larga, no es una medida que genere empleo y solo podría poner en más problemas financieros a las empresas que ya están en una difícil situación económica, muchas de ellas al borde del cierre”, explicó Fernando Vizcaíno de Sas, socio de ECIJA, a 'Confilegal'.

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