• La Comisión Europea ya ha asegurado que la economía de la Unión Europea en general y de la Eurozona en particular está de nuevo "en forma"
  • Los expertos creen que se han tomado medidas y se han aprendido muchas cosas en la última década
subprime

9 de agosto de 2007. El Dow Jones cierra con su mayor caída en cuatro años por el temor a una crisis hipotecaria después de los anuncios de BNP Paribas, AIG y la inyección de liquidez de los bancos centrales de Europa y Estados Unidos. Era el estallido oficial de la peor crisis financiera desde 1930, que tuvo su origen en las hipotecas ‘subprime’.

Esta semana se han cumplido diez años del inicio de una espiral que dejó en evidencia la podredumbre del sistema financiero, corrompido por las denominadas hipotecas basura de Estados Unidos, conocidas así porque fueron concedidas a todo tipo de personas con escasa solvencia y a altos tipos de interés (‘subprime’, por debajo de ‘prime’, que significa buena calidad).

Ese 9 de agosto de hace diez años la bolsa de Nueva York anotó una fortísima bajada, que en el caso del Dow Jones se tradujo en una caída del 2,83% hasta los 13.270 puntos, la mayor rebaja porcentual desde marzo de 2003. Los inversores temían ya la crisis hipotecaria que se venía encima después de que el mayor banco francés, BNP Paribas, anunciara la suspensión temporal de los giros de capital desde tres fondos de inversión con posiciones en bonos con deudas hipotecarias de baja calidad. Además, AIG, la mayor aseguradora del mundo, anticipó que esperaba un aumento de las deudas morosas impagadas en el mercado inmobiliario y dos fondos de la gestora estadounidense Bear Stearns se habían declarado en quiebra el 18 de julio de 2007, incapaces de permitir el reembolso de la inversión a sus partícipes.

En tanto, la crisis del mercado crediticio de Estados Unidos había llevado al Banco Central Europeo (BCE) a responder con una inyección de liquidez sin precedentes para tranquilizar a los mercados financieros. Lo mismo que la Reserva Federal Estadounidense (Fed). ¿Qué estaba pasando?

“Los bancos ponían dinero en cualquier cosa. Nadie se paraba a analizar qué pasaría si se dejaba de pagar la deuda”

LO QUE PASÓ

“Los bancos ponían dinero en cualquier cosa. Nadie se paraba a analizar qué pasaría si se dejaba de pagar la deuda”, ha explicado en alguna ocasión Janet Yellen, actual presidenta de la Fed. Y esto fue lo que pasó. En Estados Unidos se generalizó el acceso a la vivienda en propiedad incluso en las clases bajas, sin avales ni ningún tipo de garantía que respaldara su solvencia. Además, se impuso la dación en pago, de tal modo que si alguien no podía pagar la hipoteca bastaba con devolver la casa para saldar su deuda.

Estas hipotecas concedidas de forma masiva, tanto prime como subprime, los bancos las titulizaron y empaquetaron en fondos de hipotecas (ABS, CDOs...) cuyas participaciones se vendían a inversores de todo el mundo como un activo seguro, que no lo era. Cuando la morosidad de los hipotecados, agudizada por un entorno de altos tipos de interés, comenzó a poner en problemas a estos paquetes de hipotecas y los impagos se hicieron demasiado elevados, algunos de estos fondos se valoraron en cero, lo que provocó un efecto dominó en forma de pérdidas para inversores y bancos. Quedaba al descubierto la podredumbre del sistema financiero, que durante años había asumido elevados riesgos y en la búsqueda del máximo beneficio extendió sus activos tóxicos por todo el mundo.

Por tanto, lo que en un principio sólo afectaba a las denominadas hipotecas subprime, acabó extendiéndose a otros productos, provocó restricciones de crédito, de la financiación de empresas y sectores solventes y se elevó el riesgo de quiebra en muchos bancos, que eran incapaces de absorber las pérdidas. Además, el cierre de empresas por la crisis de crédito aumentó el desempleo y esto a su vez retroalimentó la morosidad de las hipotecas. Al mismo tiempo, se intensificó la caída bursátil por el pánico de los inversores.

Los bancos titulizaron estas hipotecas de alto riesgo y las empaquetaron en fondos de hipotecas (ABS, CDOs...) cuyas participaciones se vendían a inversores de todo el mundo como un activo seguro, que no lo era

Mientras, en Europa el virus de esta crisis tardó poco en saltar el Atlántico y contagiar a Irlanda, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido… que se vieron obligados a aprobar planes de rescate para salvar su exposición a las hipotecas subprime estadounidenses. La única excepción, aparentemente, era la de los bancos y cajas españoles, que no habían invertido en las hipotecas basura norteamericanas. Sin embargo, en España había ciertas dudas debido a lo que estaba ocurriendo en la construcción. El sector se había desmoronado y la morosidad empezaba a crecer a un fuerte ritmo. La historia se parecía. Y lo que vino después ya se conoce.

La Comisión Europea ha asegurado esta semana que la economía de la Unión Europea en general y de la Eurozona en particular está de nuevo "en forma" y ha sufrido una importante "transformación" desde que la crisis financiera llegase hace diez años al continente europeo. Pero, ¿es posible que se repita un hecho similar? ¿qué se ha aprendido desde entonces?

QUÉ MEDIDAS SE HAN TOMADO

Tal y como explica Armando Lasauca, CEO de la inmobiliaria de lujo aProperties, en la actualidad el sector inmobiliario vive un momento “de alegría” debido a que la gente que quería comprar durante estos años y no podía hacerlo por miedo a que bajaran los precios está comprando. Asimismo, Lasauca también apunta a la reactivación del mercado financiero. “Hasta hace tres o cuatro años estaba cerrado el grifo y ahora se vuelve a abrir”, esto junto con “los tipos de interés súper bajos propicia que el mercado inmobiliario se vuelva a reactivar”, comenta.

Precisamente, sobre la reactivación del mercado financiero, desde el Servicio de Estudios de Bankia aseguran que en estos años se han producido cambios profundos en las condiciones de las economías y de los mercados, en las reglas de juego del sector bancario y en su estructura y negocio “que vienen a corregir gran parte de los desequilibrios y fallos de mercado que desencadenaron o potenciaron la inestabilidad de aquellos años”, detallan.

No obstante, expertos como Sálvia López, profesora del área de Finanzas de EUDE, aunque reconocen que sí se han tomado decisiones con el objetivo de intentar evitar una nueva catástrofe financiera, estas son “medidas insuficientes” que no descartan nuevas burbujas, si bien desconocen qué nueva forma adoptarán y cuándo estallarán.

“A día de hoy es improbable otra crisis como aquélla en España”

En lo que sí coinciden es en que “a día de hoy es improbable otra crisis como aquélla en España”, aclara el catedrático de economía en la universidad de Zaragoza, José María Serrano. A su juicio, “los bancos se están desendeudando, tienen financiación del BCE y son más reticentes a los préstamos hipotecarios, en especial, con las nuevas condiciones que parece imponer Europa. Y también porque los préstamos nuevos a empresas inmobiliarias son una excepción”, justifica.

En la misma línea, Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, asegura que en España está cambiando esa cultura tan arraigada de que alquilar era tirar el dinero. “Este cambio de mentalidad de las nuevas generaciones en un freno natural a la generación de burbujas y la ejecución de hipotecas”, puntualiza.

QUÉ SE HA APRENDIDO DESDE ENTONCES

Parece que la situación ha cambiado en esta década, se han corregido errores y se han aprendido muchas cosas, como detalla Sálvia López. “Se generalizó la creencia de que en cualquier momento podíamos vender el inmueble y obtener una ganancia. Hemos aprendido que ningún activo es susceptible a convertirse en líquido con facilidad. La gente ahora es mucho más prudente”, subraya.

Asimismo, sostiene que por la trayectoria histórica, existía la convicción de que los bancos (y cajas de ahorro) eran entes inquebrantables y que los organismos de supervisión competentes ejercían su labor adecuadamente. Y se comprobó que esto no era del todo así y ya se ponen medidas para futuras ocasiones.

Al mismo tiempo, “hemos aprendido las consecuencias de un endeudamiento privado excesivo y nos hemos familiarizado con el argot financiero: lamentablemente han sido recurrentes términos como desahucios, cláusulas de suelo, prima de riesgo, hipotecas subprime…”, describe la profesora de EUDE, al mismo tiempo que señala que también hemos aprendido “que vivimos en un mundo interconectado lo que significa que existen unos mecanismos de propagación que hacen que, cualquier signo de alerta a miles de kilómetros, pueda ser algo que nos acabe afectando profundamente”, concluye.

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