ep monedas de euro sobre una bandera de la ue
Monedas de euro sobre una bandera de la UEpicture alliance / Uli Deck/dpa - Archivo

El éxito de la primera emisión de bonos de la Unión Europea (UE), que ha puesto en circulación 17.000 millones de euros en bonos sociales con una demanda récord, ha marcado el primer paso hacia lo que los expertos ya consideran una "exitosa" estrategia del bloque para financiar su respuesta ante la pandemia del coronavirus. El objetivo es poner en circulación 900.000 millones de euros en deuda común de aquí a 2026, activos que recibirán la más alta calificación crediticia y que acabarán siendo un 'safe haven'.

"En los próximos cinco años la UE se convertirá en un actor muy importante en el mercado de bonos", señala Julian Le Beron, analista de Allianz Global Investors. "Será un emisor con una estructura sólida, líquida y en el grado más alto de inversión en las agencias de rating", prosigue, y destaca que tanto la UE como los estados miembros han reducido el riesgo de quiebra. Los bonos son y seguirán siendo obligaciones directas e incondicionales de los Veintisiete, destinados por ahora al instrumento de fomento del empleo SURE, para el que se ha destinado 100.000 millones de euros. Además, los estados miembros de la UE han proporcionado garantías adicionales (25.000 millones de euros, el 25% del importe total).

La siguiente etapa será captar los 800.000 millones del Fondo de Recuperación, que el Ejecutivo comunitario prevé comenzar a "mediados de 2021". Pero esto depende de que la Eurocámara y el Consejo (los países miembros) cierren el acuerdo para ponerlo en marcha y que los parlamentos nacionales ratifiquen la legislación que permitirá emitir la deuda. Bruselas prevé que este proceso concluya a finales del segundo trimestre, con lo que las emisiones empezarían en verano, según fuentes comunitarias. Esto supondría que las ayudas llegarán a los países en la segunda mitad de 2021.

La Comisión prevé emitir el 30% de esta cantidad, unos 240.000 millones, en bonos verdes, un volumen muy significativo para un mercado que movió 250.000 millones de euros a nivel global en 2019, según datos del Instituto Jacques Delors. "La emisión de la UE es un paso importante en el camino hacia una integración más profunda en Europa", señala Le Beron. Avisa el analista de Allianz Global Investors que si se dan "cambios significativos de dirección en el proceso de integración podrían afectar negativamente a la percepción de los inversores del riesgo de la UE". "Pero esperamos que el proyecto tenga éxito", redondea.

Por el momento, "el rendimiento de las primeras emisiones ha demostrado que los inversores reconocen el potencial de la deuda de la UE", subraya este experto, y cree que la deuda comunitaria "podría desempeñar un papel importante como activo refugio". No obstante, "este rol aumentará junto con el tamaño de la emisión. Es un proceso que lleva tiempo", puntualiza.

En este sentido, el experto cree que a medio plazo esta deuda podría convertirse en un competidor de los bonos del estado, especialmente del Bund alemán ya que "reducirá la prima de escasez implícita en los bonos germanos". Y a largo plazo, Le Beron prevé que estas emisiones puedan acabar siendo un 'eurobono' de pleno derecho, pero será cuando la UE pueda desarrollar su propia política fiscal, con su propio presupuesto y una política de redistribución dentro de la zona del euro. Es decir, "cuando la unión monetaria se haga más profunda, compartiendo recursos para sectores estratégicos como la tecnología, la investigación, la atención de la salud, la inmigración y la defensa", agrega. "El 'eurobono' de la UE será el elemento final para eliminar la fragmentación de la zona euro", asegura el gestor de AllianzGlobal Investors

LOS DETALLES DE LA PRIMERA EMISIÓN

Bruselas ha colocado ya 10.000 millones de euros en bonos a diez años y 7.000 millones de euros en títulos con un vencimiento de veinte años. En el primer caso ha registrado una demanda de 145.000 millones, mientras que en segundo las peticiones han alcanzado los 88.000 millones.

"Como resultado de la fuerte demanda, la UE imprimió un poco más de lo que se esperaba originalmente, 10.000 millones de euros del bono a 10 años y 7.000 millones de euros del bono a 20 años", destaca Konstantin Veit, senior portfolio manager at PIMCO, señalando que el emisor ofreció el mismo o algo más de rendimiento que los bonos del Gobierno francés.

Noticias relacionadas

contador