La deuda de las Administraciones Públicas alcanzó a finales de junio de 2022 un saldo de 1,475 billones de euros, un aumento del 1,5% en términos relativos frente al trimestre anterior, según datos del Banco de España. Sin embargo, utilizando el PIB nominal acumulado de los últimos cuatro trimestres, la ratio deuda/PIB se situó en el 116,1% en el segundo trimestre, 2,1 puntos porcentuales menos que a finales de 2021. La tasa de crecimiento del saldo de deuda fue del 3,6% en términos interanuales.
En cuanto a la evolución de la deuda de los distintos subsectores de las Administraciones Públicas, el saldo de la deuda del conjunto de la Administración Central se elevó a 1.326.000 millones de euros en junio de 2022, lo que representa el 104,4% del PIB. El crecimiento, en términos interanuales, de la deuda de este subsector en el segundo trimestre de 2022 fue del 4,1%.
Por su parte, el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social se situó en 99.000 millones, con un crecimiento interanual del 8%.
Por lo que respecta a las administraciones territoriales, la deuda de las CCAA creció hasta los 317.000 millones de euros en junio de 2022, un 24,9% del PIB, con un aumento interanual del 1,5%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales se situó en 23.000 millones de euros en el segundo trimestre de 2022, lo que representa un 1,8% del PIB y supone un 0,6% más que el saldo registrado un año antes.
En cuanto a la evolución de la deuda por instrumentos y plazos, la deuda materializada en valores a largo plazo experimentó un crecimiento interanual del 5,5%, mientras que los préstamos a más de un año se reducen en el 1,2% con respecto a junio de 2021. Por su parte, la variación interanual en el segundo trimestre de 2022 de los instrumentos a corto plazo fue del -10,9%.
Atendiendo a la distribución del saldo según este desglose de instrumentos, en junio de 2022 la deuda se encontraba materializada principalmente en pasivos a largo plazo, al representar un 94,2% del total, siendo especialmente significativo el peso de los valores a largo plazo con un 81,7%, mientras que el porcentaje de la deuda a corto plazo era de un 5,8%.
