ep calles comerciales del centro de sevilla con las tiendas cerradas por el estado de alarma por
María José López - Europa Press

Los efectos de la paralización de la actividad y el confinamiento por la pandemia del Covid-19 se harán aún más evidentes en el segundo trimestre. Por lo menos en lo que se refiere al consumo, que entre abril y junio se desplomará en España un 31,5%, según las previsiones del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). Durante la recesión de entre los años 2008 y 2013, la caída fue del 16,6%.

Para el tercer y el cuarto trimestre, el informe prevé retrocesos del 6,5% y el 3,5%, respectivamente. Atendiendo a todo 2020, la caída estimada para el consumo en nuestro país es del 11,8%. En los tres primeros meses del año, que recogen solo una parte del impacto del coronavirus en la economía, ya descendió un 7,2%, en comparación con el trimestre anterior, como detallaron los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Por sectores, entre enero y marzo de este año, el comercio, transporte y hostelería se han contraído un 10,9%, mientras que las actividades artísticas, recreativas y otros servicios han perdido un 11,2% de su valor. Hay que tener en cuenta el gran peso que el consumo representa en la economía española, más del 55% del PIB.

Aunque por norma general todas las crisis tienen efectos más intensos en la reducción del gasto en los bienes y servicios duraderos y los relacionados con el ocio, en esta ocasión, la crisis generada por el Covid-19 se ceba con sectores como la hostelería y restauración, ocio o viajes, donde la limitación para realizar algunas actividades ha tenido efectos especialmente negativos. Se trata, además, de sectores que, aunque irán activándose conforme avancen las fases de la desescalada, podrían enfrentarse a limitaciones hasta que se disponga de tratamientos eficaces o vacunas para combatir la pandemia, asegura el estudio.

Por su parte, las particularidades de esta crisis respecto a las anteriores dependerá también de las circunstancias de cada familia. Si la reducción acumulada del gasto por hogar entre 2007 y 2013 fue del 14,4%, las caídas del consumo en los hogares cuyo sustentador principal era un asalariado fue similar, del 14,8%. Sin embargo, en los hogares encabezados por autónomos alcanzó el 18,6% y en los encabezados por parados llegó al 23,9%. Por el contrario, en los de jubilados o prejubilados el gasto aumentó un 4,2% en esta etapa.

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