El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se situó en junio en 60,7 puntos, lo que supone un avance de 7,8 puntos respecto a mayo, aunque se encuentra a 41,6 puntos del nivel alcanzado hace un año y tampoco llega a los niveles previos a la crisis, según los datos publicados este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Este índice recoge el contexto “especial y atípico” de la crisis generada por el Covid-19, dado que el trabajo de campo se realizó del 15 al 19 de junio, periodo en el que todavía estaba vigente el estado de alarma, por lo que “las expectativas están condicionadas por el clima de incertidumbre existente”, según aclara el CIS en la publicación.
En particular, la confianza del consumidor registró el citado ascenso respecto al mes anterior debido al aumento de las expectativas, que subieron 12,3 puntos, hasta los 90,5 puntos, la mejor cota desde que se declaró el estado de alarma. También subió el índice de situación actual en 3,3 puntos, hasta los 30,9 puntos. Si se compara con hace un año, el indicador de expectativas se encuentra a una distancia de 18,1 puntos, y el de situación actual lo está a 65,1 puntos.
En estos momentos, la confianza del consumidor y las expectativas tienen valores muy similares a los obtenidos a mediados de 2013. Sin embargo, el Índice de Situación Actual continúa en valores muy similares a los de mediados de 2012 y de finales de 2008, los valores más bajos de la serie hasta el momento.
Al mantenerse por debajo de la escala de los 100 puntos, la confianza del consumidor, sus expectativas y su percepción de la situación actual siguen reflejando una valoración negativa. La evolución trimestral, debido a los descensos registrados, tanto en este mes de junio como en los dos meses anteriores, es consecuentemente “muy negativa”, tanto a corto plazo como en términos anuales.
El indicador de confianza del segundo trimestre bajó un 30,8% respecto al registrado en el trimestre anterior. Este descenso se debe a la valoración de las expectativas, que se redujo en un 9,7%, y a la valoración más negativa del Índice de Situación Actual, que descendió un 57,1% en tasa trimestral. Con relación al segundo trimestre del pasado año 2019 los datos actuales suponen un descenso mayor. La confianza del consumidor bajó un 44,8% en tasa trimestral interanual, como consecuencia de la caída de 67,1% de la valoración de la situación actual y de otro -25,6% en las expectativas.
Finalmente, y como información adicional, la evolución de las expectativas en relación con los precios, tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos mostró un desarrollo coherente con las pautas y los datos comentados hasta ahora sobre el ICC.
En términos mensuales, se observa un aumento en las expectativas de consumo de 9,2 puntos y un aumento similar en relación con las expectativas de ahorro, 8,7 puntos. Por otra parte, los temores de inflación aumentaron, tres puntos, y las expectativas sobre un futuro aumento de los tipos de interés se mantuvieron igual. En términos trimestrales, el perfil es negativo tanto a corto plazo como en términos anuales. En este segundo trimestre del año y con relación al trimestre anterior, descendieron las expectativas de consumo (-13,4%) y ahorro (-14%) y también lo hicieron los temores de inflación (-0,8%) y las expectativas de subidas de tipos de interés (-3,4%).
Por otra parte, con relación al mismo trimestre de 2019 las expectativas de consumo y ahorro aumentaron su caída hasta cifras muy similares, -21,9% y -23,3%, respectivamente. Los temores de inflación se mantuvieron en descensos muy similares a los observados en el corto plazo y descendieron de forma importante los que creen en futuras subidas de tipos de interés (-10,7%).