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Las banderas de China y EEUU.

Es curioso observar cómo en los últimos tiempos los datos macro que se van publicando están saliendo mejor de lo esperado en la segunda economía mundial, la china, mientras que EEUU se mueve hacia la recesión. De hecho, son muchos los expertos que anticipan una recesión para la primera economía mundial ya en esta segunda parte del año, mientras que para China se prevé, a lo sumo, una ralentización. Eso sí, los analistas avisan de que si el gigante asiático insiste en su política de cero-Covid, todo podría cambiar a peor en el plano económico.

"Los últimos datos macroeconómicos y la retórica de las autoridades parecen sugerir un cambio de destino para las dos mayores economías del mundo", señala Christiaan Tuntono, analista para Asia Pacífico de Allianz Global Investors, que explica que los datos muestran una ralentización más rápida de lo esperado al otro lado del Atlántico, y un aumento de la preocupación del mercado por el riesgo de recesión.

Los datos muestran una ralentización más rápida de lo esperado al otro lado del Atlántico

Tanto el índice de actividad manufacturera de la Reserva Federal de Dallas como el de la Reserva Federal de Richmond decepcionaron por presentar un dato a la baja, y cayeron 17,7 y 11 puntos, respectivamente. El índice de confianza del consumidor de la Conference Board descendió bruscamente hasta 98,7 en junio desde 106,4 el mes anterior. La tercera entrega del informe sobre el Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense en el primer trimestre de 2022 también decepcionó a la baja, y se contrajo un 1,6% en términos intertrimestrales anualizados, arrastrado a la baja por un decepcionante 1,8% de crecimiento secuencial en el consumo personal. El ISM de junio sobre la actividad manufacturera también se suavizó hasta llegar a 53 desde 56,1 el mes anterior, penalizado por el decepcionante dato de PMI de nuevas órdenes, que se contrajo hasta 49,2.

"Mientras que la economía estadounidense se ralentiza más rápido de lo que se esperaba, la presión inflacionaria se mantiene obstinadamente persistente. El deflactor del gasto en consumo personal (PCE) creció a un ritmo secuencial mayor de lo esperado en mayo, sin signos de moderación en el dato subyacente. Esto podría impulsar a la Fed a seguir con su línea dura y subir los tipos a un ritmo acelerado, como describió en su última proyección de gráfico de puntos", explica Christiaan Tuntono.

RECUPERACIÓN PROGRESIVA

Frente a lo que está ocurriendo en EEUU, la recuperación china se ha ido animando. Al contenerse los casos de Covid-19, tanto los negocios como la logística han ido volviendo a la normalidad de manera progresiva.

Al contenerse los casos de Covid-19, tanto los negocios como la logística de China han ido volviendo a la normalidad

Los datos macro de mayo -como la producción industrial, las ventas minoristas y las inversiones en activos fijos- se recuperaron de los mínimos que registraron en abril. El crecimiento agregado de la financiación también sorprendió al alza en mayo, impulsada por el aumento de emisiones de deuda pública. Los índices de gestores de compras (PMIs) manufactureros y no manufactureros correspondientes a junio se recuperaron igualmente y superaron la marca de 50, volviendo al terreno expansionista.

"A diferencia de EEUU, China mantiene una presión inflacionista limitada, lo que permite que el Consejo de Estado y el Banco Popular de China (PBoC) mantengan una política flexible. La inflación mostrada por el IPC general en mayo fue de tan solo el 2,1% en términos interanuales, y se mostró contenida por una demanda doméstica débil y por medidas administrativas que limitan un traspaso secundario", señalan desde Allianz GI.

En el ámbito de las políticas, el gobierno chino sigue apoyando mucho al crecimiento, con la meta de alcanzar los objetivos sociales y económicos de este año. La reciente reducción de los días de cuarentena de los viajeros extranjeros (de 21 a 10) y el permiso para los bancos de crédito oficial para aumentar su capital e invertir en proyectos de infraestructuras también sustentan la postura proactiva del gobierno para impulsar el crecimiento.

CLAVES PARA LA SEMANA

Las publicaciones de datos de esta semana deberían darnos más perspectivas sobre las condiciones del crecimiento y la inflación en EEUU y China, indica Tuntono.

El miércoles veremos los datos de comercio exterior de China correspondientes a junio. El mercado espera una moderación en el crecimiento de las exportaciones tras una aceleración por sorpresa en mayo, justo después del final del confinamiento de Shanghái. También tendremos la inflación estadounidense medida por el índice de precios al consumo (IPC) y los datos de inflación medida por el IPC subyacente, para poder verificar si las presiones inflacionistas han empezado a moderarse en América. El crecimiento de los ingresos reales medios semanales estadounidenses también es un dato clave para comprobar la presión de los salarios en EEUU, enumera este experto.

El viernes se publicarán los datos de crecimiento del PIB de China para el segundo trimestre de 2022, así como los datos macro de junio (producción industrial, ventas minoritas, crecimiento de la inversión en activos fijos...).

"El mercado espera un crecimiento débil en China, aunque cabe la posibilidad de que los datos sorprendan al alza. Los datos macro de crecimiento correspondientes a junio podrían también seguir recuperándose, tras el repunte desde los confinamientos anteriores por Covid-19", describen desde Allianz.

También se conocerá un lote de datos de crecimiento en EEUU, como la encuesta de actividad manufacturera Empire Estate correspondiente a julio, las ventas minoristas de junio y el dato de crecimiento de la producción industrial.

"El mercado podría mostrarse muy sensible al crecimiento estadounidense y a sus datos de expectativas a medida que se vislumbran preocupaciones por una recesión", concluye Christiaan Tuntono.

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