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El Consejo Asesor Mundial de Pimco considera que es probable que el calendario del Brexit "tenga que volver a retrasarse hasta 2021 o incluso 2022". Ahora, la salida oficial está prevista para marzo del año que viene y el final del periodo de transición en 2020.

Un retraso que puede tener dos lecturas. Por una parte, las empresas podrán disponer de más tiempo para prepararse y afrontar la situación, incluso podrían replanteársela. Por otro lado, se prolongaría el periodo de incertidumbre, lo que afectaría a la inversión y a la confianza de los consumidores.

Que se prolongue el periodo de incertidumbre afectaría a la inversión y a la confianza de los consumidores

Para Pimco, las perspectivas para Reino Unido "dependen en gran medida de la resolución del Brexit". Es más, creen que su economía continuará en una "situación de atonía y fragilidad", debido principalmente al débil crecimiento de la productividad, a cierta austeridad fiscal y a la reducción de la inmigración, incluso de los ciudadanos de la Unión Europea.

Esto no cambia la opinión de los que apoyaron el referéndum inicial. Entre ellos continúa prevaleciendo la convicción de que Reino Unido "se verá fortalecido tras su salida" de la Unión Europea. Una idea que se comparte incluso entre los que probablemente más se resientan cuando esto ocurra. Por ejemplo, los territorios del norte que dependen de industrias como la automotriz y la farmacéutica.

LAS POLÍTICAS POPULISTAS OBSTACULIZAN A EUROPA

A pesar de que el crecimiento de Europa se ha reforzado en los últimos tiempos, "las políticas populistas están creando nuevas barreras al comercio, a la inmigración y a una mayor integración europea", asegura el Consejo Asesor Mundial de Pimco. A esto hay que sumar algunos problemas estructurales, como las ineficiencias del mercado laboral, la falta de inversión física y las diferencias en las condiciones económicas y los niveles de competitividad entre países centrales y periféricos.

El BCE prorrogará sus compras de activos "tal vez" más allá de septiembre de este año

Por su parte, el euro "sigue gozando de gran popularidad", sin embargo, la disparidad de las economías y la inflación entre los distintos países que han adoptado la divisa complica la tarea del Banco Central Europeo (BCE).

El organismo seguirá "siendo prudente" y prorrogará sus compras de activos "tal vez" más allá de septiembre de 2018, aplazando su primera subida de tipos hasta finales de 2019 "como mínimo".

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