Mario Draghi, President of the European Central Bank, ECB

La decisión de política monetaria y de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) del mes de octubre coloca a Mario Draghi cara a cara con la crisis presupuestaria italiana que, según los expertos, es la excusa perfecta para que el banquero central aplace las subidas de tipos. Pero el presidente de la entidad se mantendrá fiel a la orientación a los mercados dada hasta ahora, a pesar de las tensiones entre Bruselas y Roma, de las rebajas del crecimiento y de la inflación. Además, cumplirá con el fin del ‘QE’.

Unanimidad entre los analistas en este punto, que esperan que Draghi reitere los planes para finalizar el programa de flexibilización cuantitativa a gran escala del banco a finales de año -tras anunciar en junio la intención del banco de reducir sus compras de activos a cero-. Y coincidencia plena a la hora de señalar que el italiano no se moverá ni un ápice de los planes fijados, aunque los inversores seguirán con total atención sus comentarios sobre la situación en el país transalpino, que tiene menos de tres semanas para rehacer su presupuesto, tras el rechazo de la Comisión Europea (CE) a las cuentas con un déficit del 2,4%.

Los inéditos acontecimientos en la tercera potencia de la Eurozona serán, sin duda uno de los focos de atención de la rueda de prensa. Los desafíos del Gobierno italiano a la CE en materia de incumplimiento del déficit público, “pueden seguir manteniendo la prima de riesgo de Italia en niveles extremos, obligando al BCE a expresar su posicionamiento”, aventura Juan Ramón Casanovas, gestor de cuentas de Bank Degroof Petercam Spain.

Sin embargo, no espera este experto grandes cambios en esta cita, “pues los últimos datos macroeconómicos publicados en la eurozona siguen proyectando un crecimiento económico cercano al 0,4% trimestral, ligeramente por encima del potencial, y la inflación se encuentra cerca del objetivo del 2%”.

Los desafíos del Gobierno italiano a la CE en materia de incumplimiento del déficit público, “pueden seguir manteniendo la prima de riesgo de Italia en niveles extremos, obligando al BCE a expresar su posicionamiento”

“Haría falta un estallido en la crisis italiana o un evento significativo en el mercado financiero para hacer descarrilar los planes actuales del banco central”, conviene por su parte Enrique Díaz-Alvarez, director de Riesgos de Ebury. “Draghi puede, en cambio, simplemente tomar una inclinación un poco más moderada este jueves a la luz de estos mayores riesgos, aunque esperamos que esto esté descontado, en gran medida, por el mercado al comenzar la reunión”, agrega.

FIN DEL ‘QE’

La visión compartida por todos los expertos es que el presidente del BCE podría despejar las dudas de si se confirma el final del programa de compra de bonos a finales de este año y de si se flexibilizará la política de reinversión de vencimientos una vez terminado el QE, “pudiendo cambiar el país donde se efectúan estas operaciones”, avisa Casanovas.

Los analistas de Berenberg sacan a relucir la ralentización de la economía de la Eurozona, que lleva seis meses arrojando débiles datos macro al mercado. De hecho, el euro se ha visto presionado a la baja ante el frenazo del crecimiento de la Eurozona, en especial de Alemania y Francia, sus dos principales potencias. Pero recuerdan estos expertos que en la reunión de septiembre se hizo hincapié en el amplio consenso entre los miembros del Consejo de Gobierno del BCE sobre que la “actual configuración de la política monetaria” no era sensible a “pequeños cambios en el panorama económico. Por lo tanto, mientras los datos no han sido buenos, los cambios en la perspectiva no han tenido el impacto suficiente como para garantizar un giro de timón.

Así, los economistas de la firma alemana creen que el banco central “confirmará el fin de las compras de activos en diciembre”, ya que “está determinado a ello casi a cualquier precio”.

NO ESPEREN MÁS DETALLES SOBRE LAS SUBIDAS DE TIPOS

“Creemos que la debilidad y la estabilidad de la inflación subyacente, que fue del 0,9% en septiembre, son motivo suficiente para que el BCE no modifique el curso de su política monetaria”, sostiene por su parte Franck Dixmier, Director Global de Renta Fija en Allianz Global Investors. En cuanto al momento de la primera subida de los tipos de interés, la clave sigue estando en las próximas cifras de inflación subyacente, aunque este economista prevé que el Italiano siga sin concretar cuándo elevará las tipos de interés en lo que sería el primer aumento desde 2011.

Díaz-Álvarez invita a estar atentos a “cualquier comentario durante la rueda de prensa de Draghi sobre la confianza del banco de que esta medida comience a orientarse hacia el objetivo en los próximos meses”. Al banquero central probablemente, se le preguntará por sus recientes palabras en el Parlamento Europeo, donde hizo mención a una “recuperación relativamente vigorosa” en la inflación subyacente. En nuestra opinión, “sus respuestas sobre el tema de la inflación serán la parte más crítica de la reunión y la principal fuente de información que impulsará la volatilidad de la divisa en el período posterior”, redondea.

Ante las altas expectativas del mercado, el consenso sigue siendo que la política monetaria se mantendrá inmutable y no veremos una subida de tipos hasta el tercer trimestre del próximo año. “A pesar de que el FMI ha rebajado ligeramente las previsiones de crecimiento para la eurozona este año y para 2019”, apostilla Casanovas. Eso sí todas las fuentes consultadas insisten en que Italia es una mina que podría hacer descarrilar esta hoja de ruta en los próximos meses y retrasar las subidas hasta 2020.

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