El Banco Mundial prevé que el crecimiento económico en el este de Asia y el Pacífico se debilitará considerablemente en 2022 debido a la desaceleración de China, pero el ritmo de expansión se acelerará el próximo año. Considera que la política ultra estricta de 'COVID cero' de China es un lastre para el crecimiento y rebaja al 3,2% el PIB para este año, por debajo del pronóstico del 5% dicho en abril.
Para 2023, el Banco Mundial estima que la segunda economía más grande del mundo crezca un 4,5%.
La vicepresidenta del Banco Mundial para Asia Oriental y el Pacífico, Manuela Ferro, ha señalado en un comunicado que, "mientras se preparan para la desaceleración del crecimiento mundial, los países deben abordar las distorsiones de la política interna que son un impedimento para el desarrollo a más largo plazo".
Por otro lado, el Banco Mundial también considera un riesgo para el crecimiento de la región asiática las agresivas subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales que tratan de frenar la inflación galopante. Asegura que estos movimientos han provocado salidas de capital y depreciaciones de la moneda.
Hace unos días, el Banco Asiático de Desarrollo también recortó sus previsiones de crecimiento para China al 3,3% en 2022, desde su anterior predicción del 4% revisada en julio, declarando que el gigante asiático arrastra las perspectivas de crecimiento de la región en general por su política de 'Covid cero'.
