ep fachada del banco de espana
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El Banco de España ha advertido de que el fuerte impacto negativo provocado en la actividad económica por el Covid-19 todavía no se ha trasladado a la calidad del stock de crédito de las entidades de depósito, si bien la tendencia descendente en el crédito dudoso de años previos se desaceleró en 2020 de forma generalizada y se observan repuntes en carteras específicas como las vinculadas al crédito para consumo.

Según recoge el artículo analítico publicado este viernes bajo el título 'Evolución reciente de la financiación y del crédito bancario al sector privado no financiero', la ratio de dudosos se situó en el 4,5% en septiembre (-0,1 puntos frente a junio), si bien el Banco de España ha constatado una ralentización en la disminución del crédito dudoso.

El artículo resalta que en los sectores más sensibles a la pandemia la ratio de dudosos pasó del 6,3% en junio al 6,2% en septiembre, con una caída del crédito dudoso del 6,1% interanual. Asimismo, destaca que el crédito dudoso destinado al consumo repuntó un 18,5% en tasa interanual (4,4 puntos menos que en el segundo trimestre), mientras que el destinado a la adquisición de vivienda cayó un 10,9%.

Por otro lado, el Banco de España ha apreciado signos de cierto endurecimiento en los criterios de concesión de préstamos, vinculados con la mayor preocupación de las entidades financieras por los riesgos, como se desprende de la última Encuesta de Préstamos Bancarios.

Este endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos en la segunda mitad del año se reflejó en un aumento de la proporción de préstamos denegados en todos los segmentos de crédito en el cuarto trimestre del año. Fue moderado en el crédito para compra de vivienda (se produjo solo en el tercer trimestre) y más acentuado en el crédito al consumo y a empresas (su grado de endurecimiento se moderó en el cuarto trimestre gracias a la extensión de las medidas de apoyo).

MAYOR CAÍDA DE LA DEMANDA DE CRÉDITO DE EMPRESAS DESDE 2009

Las nuevas operaciones de crédito a actividades productivas se contrajeron intensamente en la segunda mitad del año en términos interanuales, pues las empresas captaron volúmenes muy elevados de financiación bancaria durante la primavera para cubrir sus necesidades de liquidez, lo que motivó un retroceso de la demanda de financiación bancaria empresarial en el segundo semestre.

De hecho, el Banco de España ha destacado que en el tercer trimestre de 2020 tuvo lugar el mayor descenso de la demanda crediticia desde 2009. Esto, unido al endurecimiento de la oferta de crédito, explicaría la moderación del crecimiento de crédito concedido a las actividades productivas en la segunda mitad del año.

Por su parte, tras el fin de las restricciones de movilidad en verano, se observó un aumento interanual del volumen de nuevos préstamos para la compra de vivienda, debido al incremento de demanda por la materialización de decisiones de compra que fueron aplazadas durante el confinamiento.

En el crédito al consumo, se moderó la tasa interanual de retroceso de las nuevas operaciones a partir de verano, si bien el Banco de España ha resaltado que en los últimos meses del año, coincidiendo con la intensificación de la segunda ola de la pandemia y la mayor incertidumbre, el ritmo de contracción volvió a aumentar, tanto por la contracción de la oferta como por la caída de la demanda.

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