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El índice PMI manufacturero HCOB de la eurozona, elaborado por S&P Global, se situó por debajo del nivel de 50,0 (nivel que marca el límite entre contracción y expansión) por decimocuarto mes consecutivo, lo que supone un nuevo deterioro intermensual de las condiciones operativas. El índice general quedó en 43,5 puntos, por encima del mínimo de 38 meses alcanzado en julio (42,7), pero sigue siendo indicativo de "otro fuerte empeoramiento de la salud de la economía manufacturera de la zona euro". El consenso esperaba una mejora hasta 43,7.

El sector manufacturero de la eurozona siguió sometido a una intensa presión a mediados del tercer trimestre, según los últimos datos de la encuesta PMI de HCOB, ya que la caída en picado de los nuevos pedidos y el rápido agotamiento de la cartera de pedidos supusieron una considerable presión sobre las líneas de producción de toda la unión monetaria única. Los niveles de empleo en las fábricas siguieron cayendo, aunque de forma marginal, mientras que la actividad de compras se redujo una vez más ya que las empresas siguieron esforzándose por reducir sus existencias.

Se registró una sexta reducción mensual consecutiva de los costes de los insumos de los fabricantes, y el ritmo de descenso siguió siendo pronunciado en general. El precio de los bienes que salen de la fábrica se redujo posteriormente, ya que las empresas optaron por repercutir las reducciones de costes a sus clientes para aumentar la competitividad de sus productos.

Los resultados del sector manufacturero fueron dispares en los países de la zona del euro analizados por la encuesta. Grecia e Irlanda fueron los dos únicos países que registraron una mejora desde julio, mientras que Alemania, Francia, Italia y España, las cuatro mayores economías, se mantuvieron en terreno de contracción. Alemania y Austria fueron los dos países con peores resultados, con un margen considerable, aunque las tasas de caída disminuyeron ligeramente.

Según los datos de agosto, el volumen de nuevos pedidos recibidos por los fabricantes de toda la zona euro siguió cayendo en picado, "a un ritmo que rara vez se ha superado en los 26 años de historia de la encuesta". Lo mismo ocurrió en el caso de las nuevas operaciones de exportación, ya que las empresas tuvieron dificultades para atraer a nuevos clientes más allá de sus fronteras. Los volúmenes de la cartera de pedidos totales y extranjeros llevan debilitándose mensualmente desde hace más de un año, con los respectivos índices desestacionalizados registrándose notablemente por debajo de la marca clave de 50,0 que separa el crecimiento de la contracción, lo que pone de relieve la "significativa debilidad de las condiciones de la demanda a la que se enfrentan las fábricas de la eurozona".

"Estas cifras no son tan terribles como podrían parecer a primera vista. Obviamente, el índice PMI manufacturero general, situado en 43,5, sugiere una debilidad bastante notable en este sector. Sin embargo, los doce subíndices han subido o se han mantenido prácticamente sin cambios, lo que demuestra que la tendencia a la baja de los últimos meses está empezando a perder fuerza de forma generalizada en todos los sectores", escribe Cyrus de la Rubia, Chief Economist en Hamburg Commercial Bank.

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