• Los March, que llegaron a tener el 25% de ACS, apenas cuentan ya con un 4%
  • Miguel Fluxá pierde un 32% de su inversión, pero ha dicho que quiere vender
  • El 'stocks options' se activarán en 33,9 euros, un 8,5% más que su cotización
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El presidente de ACS, Florentino Pérez.EUROPA PRESS

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El próximo 1 de mayo, Día del Trabajador, está marcado en rojo desde 2014 para un grupo de 62 altos directivos de la constructora ACS. Ese día está previsto que si la cotización del grupo supera en bolsa los 33,899 euros por acción, sus planes de opciones sobre acciones de ACS se activarán. Sin embargo, ese millonario bonus que llevan esperando más de 1.000 días ahora mismo está en el aire porque la cotización de la constructora se sitúa en 31 euros, un 8,5% por debajo del precio de activación del plan de remuneración directiva enviado a la CNMV.

A la cabeza de esta esperada lluvia de millones se sitúan cinco dirigentes de la constructora, que se quedarían con el 40% del 'superbonus' si se cumple la condición de que ACS cotice cerca de los 34 euros por título. El presidente de ACS, Florentino Pérez Rodríguez, el consejero delegado, Marcelino Fernández Verdes, y el director general de Cobra, Eugenio Llorente Gómez, se embolsarían opciones sobre acciones con un valor de mercado 18,3 millones de euros cada uno, mientras que dos directores generales como Ángel García Altozano y José Luis del Valle Pérez se llevarían 14,1 millones por barba.

Por debajo de los cinco capos de ACS, hay un grupo de diez directivos de la empresa que tienen asignada una remuneración en acciones de 92 opciones sobre acciones (valoradas en 3,1 millones de euros). Otros 27 directivos recibirán algo más de 69.000 stocks (valoradas en 2,3 millones) y un último escalón de 20 empleados tendrán 1,5 millones si la cotización de ACS llega al nivel fijado en el contrato. En total, las acciones objeto del plan equivalen a unos 210 millones de euros de valor de mercado (6,2 millones de títulos, o el 0,19% del capital). El cumplimiento de esta condición parecía difícil hace tan sólo unas semanas, pero conforme se acerca la fecha de cobro, la remontada de ACS en bolsa parece un hecho. La constructora se revaloriza un 3,3% en 2017 y parece que tiene a tiro situarse en los niveles necesarios que sus directivos se hagan millonarios. Sólo hay un obstáculo para que sean felices y cobren las ‘stocks options’. Un gran obstáculo. Este lunes, las acciones han cerrado con una caída del 0,56% hasta los 30,8 euros.

LOS MARCH VENDEN EN MARZO

Desde que fracasó el asalto a Iberdrola por parte de ACS, los roces entre la cúpula directiva de la constructora y su núcleo accionarial han pasado de las palabras a los hechos. Desde el 25% que tenían en 2007 han reducido su presencia ahora a apenas un 4% del capital, según las últimas ventas de acciones realizadas en las últimas semanas. La salida de los mallorquines de ACS coincide en tiempo y forma (2014-2017) con la vida del millonario plan de opciones para los 62 directivos, que no se activará si la cotización no remonta.

Y en esa dirección no están remando precisamente los March, ni tampoco otra familia millonaria de Mallorca, los Fluxá, que cuentan con el 5% de ACS desde mediados de 2007 y que siguen atrapados desde entonces con millonarias minusvalías. Invirtieron a razón de 46 euros por acción (más de 800 millones de euros) engatusados por la posibilidad de que ACS integrase a Iberdrola y Fenosa en un gran grupo eléctrico. Pero el fracaso de la operación liderada por Florentino Pérez acabó por convertirse en su peor pesadilla ya que invirtieron a crédito. Los Fluxá todavía arrastran minusvalías por el 32% de su inversión (260 millones), si bien, gracias al cobro de 262 millones en dividendos desde 2007 han logrado equilibrar en parte esas cuantiosas pérdidas y ya están dispuestos a vender sus acciones.

“Recordemos que los March son accionistas de ACS desde la propia fundación de la empresa. (...) La noticia tiene un claro sesgo negativo, sobre todo si tenemos en cuenta que la familia Fluxá (con una participación del 5,29%) estaría negociando la venta de su participación. De finalmente realizarse consideramos que podría perjudicar la cotización de la acción el corto plazo, a expensas de conocer las condiciones finales”, explican en un comentario reciente los analistas de Ahorro Corporación.

MÁS DE 6.200 MILLONES EN DIVIDENDOS

La salida acelerada de March y Fluxá, dos de las mayores fortunas de las islas Baleares con permiso de Matutes, ha dejado huérfano de accionistas de referencia el capital de ACS. El accionariado de la constructora está liderado por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (12,5%); los Albertos (Cortina y Alcocer) a través de Corporación Financiera Alcor (9,1%); los Fluxá (5,3%) y Corporación Financiera Alba (4,7%). Por tanto, el núcleo duro de la constructora ha pasado de ostentar más del 50% del capital a algo menos del 30%.

Sólo el dividendo de ACS ha evitado que todos hayan salido en tropel del accionariado. La constructora ha repartido 6.200 millones de euros en dividendos desde el año 2000, la mitad de ellos entre los ejercicios 2008 y 2012, cuando la crisis financiera era más violenta. Aquello permitió sobrevivir a Florentino Pérez, que todavía mantiene una parte de su 12,5% de ACS financiado a crédito. Sin embargo, las pérdidas millonarias de 2012 por la operación Iberdrola provocaron que a partir de 2013, ACS comenzó a pagar la mitad del dividendo (de 650 a 350 millones). En ese momento, los dos de los grandes socios del grupo como March o Albertos, que bajaron su peso del 14% al 9%, dejaron a Florentino sólo al frente de ACS.

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