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Stade de France

Finalizado el fin de semana de la final de Champions, con desenlace feliz para el Real Madrid, llega el momento de analizar los acontecimientos previos y posteriores, donde la UEFA y las autoridades parisinas fueron incapaces de garantizar la seguridad de los asistentes al Stade de France.

Los problemas en las inmediaciones del estadio obligaron a retrasar el inicio del juego más de media hora. Una avalancha de aficionados sin entrada se agolpó en diversas puertas del estadio de Saint-Denis y, en algunos casos, consiguieron colarse saltando las vallas, como se puede ver en diversos vídeos publicados en las redes sociales.

El incidente provocó que asistentes con entrada se quedaran sin poder pasar e incluso dando lugar a altercados con la policía, la cual tuvo que recurrir a la fuerza para frenar a la multitud.

En un comunicado, la UEFA lanzó balones fuera culpando a la venta de entradas falsas del bloqueo que sufrieron los hinchas del Liverpool en su entrada a la final. “Como el número de personas que se encontraban fuera del estadio seguía aumentando tras el inicio, la policía les dispersó con gas lacrimógeno y les obligó a salir del estadio. La UEFA se solidariza con los afectados por estos hechos y revisará urgentemente estos asuntos junto con la policía y las autoridades francesas, así como con la Federación Francesa de Fútbol”, señala el organismo europeo.

Sin embargo, no se trató de un incidente aislado con la policía. Como era de esperar, fueron muchos los aficionados ingleses que viajaron sin entrada a París. Tras la finalización del encuentro, grupos de franceses organizados aprovecharon la falta de organización y descontrol para realizar robos, intimidaciones y agresiones, tanto a aficionados ingleses como españoles.

"Nunca vayas a un partido de futbol en París. Terrible experiencia esa noche con bandas de ladrones robado teléfonos, bolsos, boletos estábamos horrorizados y nuestros hijos también. Era la ley de la jungla, con los aficionados del Liverpool y el Madrid en pánico y la policía francesa sin poder hacer nada", relata un testigo en su cuenta de Twitter.

Pese al resultado de la final, hinchas de ambos equipos volvían a sus hoteles en grupos grandes para evitar nuevos posibles altercados, según explican diversos aficionados en sus redes sociales. Mientras, otros hacían referencia a París como una ciudad que "no volverían a pisar”.

Dejando de lado el resultado, la jornada terminó con un balance de 68 detenciones y 174 heridos debido a los problemas ocurridos en el entorno de Saint-Denis, según el medio francés Le Parisien. Unos hechos que, unidos a las carencias de seguridad por ambas partes, hacen que se generen dudas sobre si París está preparada para albergar eventos multitudinarios a tan solo dos años de que ejerza como sede oficial de los Juegos Olímpicos de 2024.

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