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Luis Enrique, seleccionador nacional de fútbolRFEF

La selección española vio terminado este lunes su actual estado de euforia desde la llegada de Luis Enrique Martínez tras caer por un claro 2-3 en el Benito Villamarín ante Inglaterra, víctima de una pésima primera parte que complica sus opciones de jugar la Final a Cuatro de la Liga de Naciones.

El combinado nacional necesitaba la victoria para ratificar todo el optimismo que había despertado tras el revés del Mundial y clasificarse para la fase final de este nuevo torneo, pero todo se fue al traste tras unos primeros 45 minutos que fueron una losa difícil de levantar pese a la mejoría en los segundos. La racha de invicto se quedó en 27 partidos y ahora tendrá que ganar en Zagreb el 15 de noviembre para no depender de lo que pase tres días después en Wembley entre ingleses y croatas.

España salió tan decidida como imprecisa. Lo primero le permitió acumular ocasiones de gol en pocos minutos, pero fue lo segundo lo que le costó despedirse del triunfo en una primera mitad nefasta. A Inglaterra solo le hizo falta aprovechar con sus tres delanteros los errores de su rival, en una negra noche que no se veía desde hace mucho tiempo.

Los tres goles ingleses del primer acto fueron tres mazazos, pero el 0-1 fue seguramente el más duro y el que desató los nervios. Tras cuatro buenas ocasiones locales, sobre todo una de Marcos Alonso que sacó inexplicablemente Pickford cuando este parecía batido, Busquets fue a presionar al guardameta y este encontró en su pelotazo a Kane. El '9', quebradero de cabeza para Nacho, lo aguantó y conectó con el veloz Rashford que envió un preciso balón hacia el otro lado por donde Sterling se mostró inapelable para De Gea.

Con el 0-1, los 'Pross' dieron un pequeño paso atrás y además le benefició la poca fluidez con el balón de los españoles porque Busquets, Saúl y Thiago solo dejaron destellos y fueron casi siempre 'devorados' por el físico visitante en el medio, mientras que arriba, Marco Asensio nunca acertó en su toma de decisiones y Rodrigo Moreno e Iago Aspas apenas participaron.

En este paulatino atasco, además, faltó contundencia defensiva y los de Gareth Southgate la castigaron sin remisión. Kane, después de una buena opción de España con un balón que no acertó a empalar Asensio, volvió a dejar claras sus cualidades como '9' y aguantó otro balón para asistir a Rashford para que este le hiciese el segundo a su compañero De Gea.

Antes de que la tricampeona de Europa pudiese encontrar alguna solución, otro error la dejó al borde del precipicio. Sterling, solo en boca de gol, empujó plácidamente otra asistencia de Kane y la selección española, descosida, acudió cabizbaja a intentar redimirse para buscar el milagro en el descanso.

ALCÁCER SIGUE DE DULCE

Sin embargo, pese a la pobre imagen, Luis Enrique no realizó ningún cambio y mantuvo a los mismos once de inicio, aunque no tardaría demasiado en meter soluciones porque el bagaje de ocasiones se había reducido a un disparo de Asensio, que tapó Joe Gomez, y en un flojo disparo de Saúl.

Estos primeros revulsivos fueron Paco Alcácer y Dani Ceballos y la jugada le salió bien porque el valenciano demostró que tiene un idilio actual con el gol y cabeceó su primer balón en un saque de esquina para dar vida. El gol tuvo el efecto deseado y habría sido mayor si Rodrigo no hubiese perdonado un tremendo error de Pickford que le regaló el balón para luego, bordeando un penalti que no pitó el colegiado polaco, evitar el remate del valencianista.

España, con algo más de fútbol, se revolucionaba y buscaba el segundo gol que intimidase algo más a una Inglaterra que tampoco lograba aprovechar los espacios que aparecían y que se preocupaba más de defender y de dejar pasar el tiempo que de mirar hacia De Gea. Morata fue la última 'bala' local, pero los de Southgate supieron controlar la situación y al contrario que hace un año en Wembley, cuando desperdició un 2-0 en los instantes finales, no desperdiciaron su ventaja pese a la emoción final del gol de Sergio Ramos con el que concluyó el choque.

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