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Las caídas de los títulos de ACS hasta finales de junio han encontrado soporte, una vez más, en la directriz alcista de largo plazo que viene funcionando desde 2012.
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Hay gráficos que hablan por si solo, y ACS es uno de ellos. Además, para verlo en perspectiva, lo hemos puesto en velas mensuales para eliminar el ruido que en ocasiones se produce cuando nos ceñimos al muy corto plazo. Y resulta que lo que tenemos es una impecable directriz alcista que une todos y cada uno de los mínimos crecientes desde 2012. De manera que la última corrección ha encontrado soporte en esta recta con precisión máxima y desde ahí se está reestructurando de nuevo al alza.
Por lo tanto, cabe apostar porque más pronto que tarde ataque la única resistencia que presenta en este momento: los máximos históricos en los 39,39 euros. Recordar que para poder hablar de una directriz alcista, hemos de exigirle al precio que como mínimo presenta tres puntos de tangencia en la recta soporte o recta de aceleración.
