Las fortísimas caídas de finales de julio/principios de agosto han llevado a los títulos de Siemens a niveles potenciales de soporte, teóricamente importantes: la base del canal bajista por el que se viene desplazando el precio desde principios de 2017. Y es que, como sabemos, en la base del canal bajista si acaso se compra, pero no se vende. Y esta pasa en el momento actual por los aprox. 89 euros.
Luego, en teoría, en los niveles de precio más cercanos posibles a la base del canal bajista, y siempre que no lo perfore con claridad y en velas semanales, se nos abriría una ventana de compra para trading por el lado largo o alcista. Con un primer objetivo de subida en el hueco bajista de los 99 euros y por encima la parte alta del canal, ahora en los aprox. 110 euros. Pero nos abstendremos de entrar en el subyacente, salvo que le veamos rebotar con fuerza desde la base del canal.
El pasado mes de junio conocimos que la compañía global de tecnología Siemens seleccionaba a Madrid para instalar un centro regional de operaciones de ciberseguridad con el fin de detectar "anomalías" a nivel mundial. Esta ubicación "estratégica" contará con un grupo integrado por diferentes perfiles profesionales que trabajarán en el desarrollo de tecnologías y sistemas de prevención, protección y detección de ciberataques. El objetivo de la iniciativa, que engloba a centros localizados también en Portugal, China, Estados Unidos y Alemania, es crear una amplia base para proteger a Siemens y a sus clientes en todo el mundo. La elección de Madrid como uno de los centros se debe al hallazgo de expertos que coinciden con los perfiles que se buscan: la gestión de riesgos, la nube y estrategias de ciberseguridad, según explicó Siemens a Efe.
"Alemania va a ir sacando perfiles que se necesitan para cubrir esas necesidades y, en función de ese mercado, va a crecer el número de personas ubicadas en cada localización", señalaba la compañía. "Hay que tener en cuenta que los sistemas digitales y la ciberseguridad deben evolucionar de la mano, ya que la conectividad digital nos facilita la vida y aumenta la competitividad de las empresas, pero, al mismo tiempo, aumenta el riesgo de ciberataques", añadía. Las amenazas a la ciberseguridad en 2018 causaron pérdidas de 500.000 millones de euros en todo el mundo, de acuerdo con el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales.
