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Por más que rebote lo cierto es que el título, desde los máximos de octubre, continúa construyendo máximos y mínimos decrecientes. Y así no se sube.
Que luego se cumpla o no es harina de otro costal, pero lo que tenemos delante es una clara formación de implicaciones bajistas en 'cabeza y hombros'. Similar a la que acaba de cumplir DIA, que le ha llevado a los 2,5 euros, cumpliendo así con la proyección (mínima teórica) de la antigua formación. Rebotes aparte, el precio sigue construyendo máximos y mínimos decrecientes desde finales de 2017 y así no se sube. Es más, en la medida en que este no cierre por encima de la resistencia que presenta en los máximos de junio (3,20) no tendremos la más mínima señal de fortaleza real en la constructora.
Por abajo, por el lado de los soportes, el más inmediato lo encontramos en los 2,5 euros y por debajo no descartaremos, incluso, niveles cercanos a los 1,80 euros: la altura de la cabeza de la formación bajista. Por lo tanto, a modo de resumen cabe decir que por mucho que este título haya caída no tiene sentido comprarlo, al menos técnicamente. Hacerlo significa comprar debilidad, que es justo lo que debemos evitar a toda costa.
