La tecnología cambia y evoluciona constantemente. También lo hacen las formas de comunicarnos e interaccionar con los que nos rodean. Uno de los cambios más importantes de los últimos años ha sido la revolución de los smartphones y, con ella, la llegada de las Google Glass, el smartphone que se lleva en los ojos.

Las gafas de Google funcionan actualmente como una lente y un altavoz que emite sonido directamente al usuario, hasta ahora habían estado disponibles para el público de forma esporádica, aunque pronto saldrán a la venta para el público.

Funcionan con varias aplicaciones, tal como los smartphones y tienen servicios como Foursquare, TripIt y Open Table, lo que incrementa el valor añadido para los viajeros que decidan utilizarlas. Con las Google Glass puedes reservar en un restaurante, averiguar la hora de salida de un vuelo o traducir palabras desde idiomas extranjeros.

El periódico Wall Street Journal ha publicado la experiencia de Sara Clemence haciendo turismo con Google Glass. Su viaje consistió en tres días: el primero, con las gafas, el segundo, con una guía de viajes y el tercero preguntando a los lugareños. En estos tres días tenía tres metas, comer en un buen restaurante, comprar un recuerdo y encontrar una actividad cultural.

En la experiencia, la autora relata los pros y los contras de las Google Glass frente a los métodos de viaje tradicionales. Añade, además, que “la posibilidad de sacar una foto o tomar un video en un instante fue emocionante. No hay necesidad de ir a buscar la cámara ni perderse el momento”.

Google Glass irá desarrollándose con el uso e irá añadiendo aplicaciones que mejoren el funcionamiento. Sin embargo, lo cierto es que se perfila como una revolución para las legiones de turistas que pasean con tablets, smartphones y cámaras en las manos. Google Glass proporciona, ante todo, comodidad y facilidades para sus usuarios.

Y.R.

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