eeuucbdinero11

La inflación en Estados Unidos se ha moderado hasta el 8,5% en julio, frente al 9,1% registrado el mes anterior, y mejorando las expectativas del mercado, que anticipaba un 8,7%. Pero a pesar del descenso que han experimentado los precios, la firma Federated Hermes considera que "la inflación sigue siendo incómodamente alta".

En su opinión, el informe del Índice de Precios al Consumo (IPC) supone un alivio para los mercados y los responsables políticos, pero el dato continúa estando en niveles muy elevados, por lo que la política monetaria seguirá endureciéndose a lo largo del año.

El descenso se ha debido principalmente a la bajada de los precios de la gasolina, que cayó un 7,7%, lo que sugiere, según la firma alemana, que la inflación general mantendrá una suave tendencia a la baja en el mes de agosto. Sin embargo, "aunque la inflación general podría haber alcanzado un máximo en junio, se mantendrá en niveles elevados durante varios meses más".

La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, se ha mantenido durante julio estable, en el 5,9%. No obstante, desde Federated Hermes consideran que podría aumentar en los próximos meses " como reflejo de las presiones externas y, sobre todo, internas sobre los precios".

En este sentido, debido a la elevada inflación y al endurecimiento fiscal y monetario, la demanda seguirá enfriándose durante el segundo semestre del año e incluso de forma más significativa en 2023. "Esto, junto con la estabilización de los precios de la energía y la disminución gradual de las restricciones de la oferta mundial, debería hacer bajar la inflación más rápidamente en el transcurso del próximo año, aunque seguirá estando por encima del objetivo de la Fed".

Por tanto, el dato de inflación es una buena noticia para el banco central, pero todavía está muy alejado de su objetivo del 2%. "La lucha contra la alta inflación dista mucho de haber concluido y los riesgos de que se consolide una inflación elevada siguen siendo elevados en el contexto de un mercado laboral tenso".

Así, Federated Hermes considera que los datos macroeconómicos de las próximas semanas serán clave para la Reserva Federal y su próxima reunión de política monetaria de septiembre, donde decidirá si sube los tipos de interés 50 o 75 puntos básicos.

Por su parte, TD Securites observa en el informe de inflación signos de desaceleración en la subida de precios, lo que debería ser una buena noticia para la Fed. Sin embargo, sus expertos afirman que "es demasiado pronto para cantar victoria. La Fed buscará pruebas 'claras y convincentes' de que la inflación se desacelera, y aún no hemos llegado allí".

Por ello, esperan que la Fed mantenga su "agresivo sesgo de endurecimiento" en los próximos meses, ya que su objetivo es alcanzar una postura de política más restrictiva antes de fin de año.

Danni Hewson, analista financiero de AJ Bell, cree que el dato, mejor de lo esperado, va a contribuir a calmar el nerviosismo tanto de los mercados como de los consumidores, y que la inflación puede haber alcanzado su pico máximo. Aunque desde el banco central continuarán viendo la necesidad de "aumentos de tasas agresivos" hasta alcanzar su objetivo de inflación al 2%.

Por último, Tom Kremer, de Quintet Private Bank, coincide en señalar que la Fed no cejará en su empeño de continuar con fuertes subidas de los tipos de interés, pero cree que "las voces a favor de un aumento algo menor de medio punto pueden volverse más fuertes si las presiones de los precios comienzan a moderarse más rápidamente y las expectativas de inflación también comienzan a revertirse".

Noticias relacionadas

contador