Empezamos con el control remoto de tu PC desde tu iPad. Para que puedas por ejemplo descargar una película y tenerla preparada para cuando llegues a casa podemos hacerlo con nuestro iPad. Antes deberiamos asegurarnos que nuestro ordenador no esta en reposo. ¿Y cómo lo hacemos? Tan fácil como descargarse en tu iPad la aplicación Wake On LAN” con la que podremos despertar a nuestro ordenador de una manera sencilla y a distancia.
Ahora que tenemos al ordenador despierto le podemos ordenar que descargue la película mediante el iTeleport, da igual dónde estés, va todo por control remoto.
Moverse por las aplicaciones es tan sencillo como deslizar cuatro dedos por la pantalla de izquierda a derecha o al revés para ir pasando de una aplicación a otra.
Si juntas cuatro dedos como si estuvieras intentando reducir la imagen aunque en éste caso debes añadir el dedo corazón y el anular al movimiento para que el iPad te lleve al inicio sin tener que darle al único botón frontal de nuestro dispositivo.
Si lo que quieres es utilizarlo como teléfono puedes descargar aplicaciones como Line2 que permiten llamadas a más de una persona a través de la red WiFi.
Si tienes más dispositivos en casa que tengan AirPlay podrás utilizar tu iPad como mando a distancia con la aplicación Remote.
Otro buen consejo si lo que quieres es no dejar rastro, por lo que sea, de tus navegaciones online puedes conectarte a páginas web de forma oculta o privada. Para ello debes utilizar Safari y en Settings del iPad debes ir a la propia configuración del navegador por excelencia de Apple y en la pestaña de Privacidad debemos accionar el interruptor de “Navegación Privada”.
El teclado lo puedes dividir en dos para que sea más cómodo teclear con ambas manos. En el botón del teclado debemos seleccionar la opción “Dividir”, tan fácil y sencillo como hacer sólo esto.
Ahora que posiblemente hayas puesto el teclado partido, aunque sea por probar cómo funciona, podemos añadir una fila más de teclas, como por ejemplo, en la mitad izquierda, puedes pulsar al lado de la letra “T” y verás una “Y” invisible.
A veces puede resultar más sencillo pulsar dos veces la tecla de “espacio” para poner un punto.
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