• El reverso del euro obedece a un estrangulamiento de posiciones cortas...
  • ... y a un rally de alivio protagonizado por los operadores ante la perspectiva de que no habrá elecciones inmediatas en Italia
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La incertidumbre política es uno de los grandes temas que ha dominado el comportamiento de los inversores en el mercado de las divisas en la segunda mitad de 2016. Y por si a alguien le quedaba alguna duda, el movimiento del euro tras el fiasco del referéndum en Italia, ha demostrado que, de cara a 2017, las principales monedas seguirán a merced de los devaneos de los principales gobiernos del mundo. Después de un desplome inicial, tras conocerse el rechazo de los italianos a la reforma constitucional, el euro rebotó con fuerza, dejando unas ganancias de cerca de un 1% en la jornada, después de haber caído hasta un mínimo de 21 meses muy cerca de los 1,05 dólares. Este martes, reanuda sus subidas, con potencial para rebasar los 1,09 dólares.

El movimiento de “reversal” de un 2%, hasta niveles por encima de los 1,0764 dólares, por el que la ‘moneda única’ borró las pérdidas y se encaramó hasta máximos de casi tres semanas, obedece a dos factores, fundamentalmente. Por un lado, a un estrangulamiento de posiciones cortas; por otro, a un rally de alivio protagonizado por los operadores, que dejaron entrar las compras en el euro, después de que les quedara claro que no habrá nuevos inquilinos en el Quirinal italiano después de la dimisión del primer ministro italiano, Matteo Renzi.

En la segunda sesión semanal, el euro se ha movido en un rango de un 0,2%, pero, según Michael Hewson, analista de CMC Markets, “existe potencial para que la divisa extienda su rebote contra el euro hasta, por lo menos, el nivel de los 1,0870 dólares”. Por otra lado, expertos de BBH alertan, en declaraciones a Reuters, que este giro no significa, ni mucho menos que haya cambiado la tendencia en la divisa europea. De hecho, con un panorama en Europa plagado de citas electorales en 2017: Países Bajos, Francia y Alemania, la preocupación sigue muy presente entre los inversores.

Analistas siguen apostando porque el euro acabe reanudando su tendencia bajista y caiga por encima de los 1,05 dólares

Por todos estos motivos, analistas consultados siguen apostando porque el euro acabe reanudando su tendencia bajista y caiga por encima de los 1,05 dólares más pronto que tarde. Desde el punto de vista del análisis técnico, existe un importante soporte que está actuando por el momento precisamente en este nivel (como cifra redonda). "Con todo, la clave de verdad está en los mínimos de 2015 en los 1,04610 dólares", explica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.

Pero César Nuez, analista de Bolsamanía, comenta que el reciente rebote "se podría extender tranquilamente hasta el nivel de los 1,09 dólares". "De todas formas hay que tener muy presente que la tendencia a largo plazo es claramente bajista y que debemos estar muy pendientes del abandono de los mínimos de ayer lunes (1,0504) ya que nos haría pensar en la paridad con el dólar", alerta el experto.

La siguiente cita de relevancia para el euro está en la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del 8 de diciembre. Un cónclave marcado por Italia y en el que se anticipa la extensión del programa de estímulos en seis meses, según la mayoría de expertos encuestados por Reuters, y el mantenimiento de la cantidad mensual de 80.000 millones.

¿QUÉ PASARÁ EN ITALIA?

Expertos de Berenberg no dejan de lado Italia entre los riesgos a enumerar para el euro y alertan que el panorama en el país transalpino es de todo menos tranquilo. Por ahora, Renzi permanecerá en el cargo hasta el viernes. Estos analistas creen que el desenlace político más probable es que Matarella designe un nuevo primer ministro entre los miembros del partido de centro-izquierda de Renzi. Las quinielas están entre estos nombres: Pier Carlo Padoan, actual ministro de Economía y Finanzas, o Pietro Grasso, presidente del Senado -que ya fue presidente interino de la República italiana en 2015, después de la renuncia de Giorgio Napolitano-. Después, el Parlamento y el Senado tendrán que votar el nuevo equipo de Gobierno, un movimiento que los expertos del banco alemán esperan que se produzca “pronto, para limitar los efectos de la incertidumbre política”.

Si los diputados italianos no aceptan este nuevo Gobierno, el escenario más plausible al que apunta Berenberg es que Mattarella pida a la formación de centro-derecha de Silvio Berlusconi que forme un Gobierno de coalición que pueda acabar con la legislatura hasta mayo de 2018. Sólo en el último de los casos se convocarían elecciones anticipadas en 2017.

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