• Si se consolida, representará el fin del blairismo, de la famosa ‘tercera vía’ de Tony Blair
jeremy corbyn

Pocos meses después de la victoria de Cameron en mayo, tras una derrota más dura de lo esperado de los laboristas, éstos han elegido a Jeremy Corbyn, que representa a la extrema izquierda del partido, a pesar de que la mayoría de los analistas políticos ha atribuido la derrota de Milliband frente a Cameron a su escasa proximidad al centro político.

La victoria de Corbyn, quien no oculta sus convicciones marxistas ni su programa radical de cambio socioeconómico, ha sido muy clara –ha obtenido casi el 60% de los votos frente al 19% del segundo candidato- pese a que tuvo dificultades hasta el último momento para conseguir los apoyos parlamentarios suficientes para presentarse a las elecciones internas, que en esta ocasión se han abierto a los simpatizantes (han votado más de 100.000 personas no afiliadas, previo pago de tres libras), una operación que en teoría diluyó la influencia de los sindicatos, teóricamente más radicales.

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La victoria de Corbyn, si se consolida, representará el fin del blairismo, de la famosa ‘tercera vía’ de Tony Blair, que era más liberal que socialdemócrata pero que permitió al laborismo ocupar el poder durante un largo periodo de tiempo. Ahora, el discurso del nuevo líder es claro y constituye una alternativa real a las políticas de austeridad, a la ortodoxia neoliberal, encaminada a reconstruir el Estado de Bienestar, sencillamente laminado en el país (cuando Cameron ultime su plan de reformas, el Reino Unido tendrá el gasto social más bajo de la UE). “Voy a luchar por un Gran Bretaña más tolerante y más incluyente –ha declarado Corbyn en su primer discurso como líder-, sin los niveles grotescos de desigualdad y pobreza que tiene hoy día, que abra los brazos a los refugiados, que sea más diversa y democrática”… Evidentemente, existe una familiaridad entre el discurso ‘indignado’ de Corbyn y los mensajes iniciales de Syriza y Podemos (paradójicamente, estas dos organizaciones que sirven de término de comparación han evolucionado hacia posiciones mucho más moderadas y ahora se separan claramente del mensaje del británico).

Corbyn: Voy a luchar por un Gran Bretaña más tolerante y más incluyente

Corbyn, apoyado indudablemente por la militancia además de por los mencionados simpatizantes (han votado en total caso 423.000 personas), tiene sin embargo muy escasos respaldos en el ‘establishment’ y está en una casi absoluta soledad en el grupo parlamentario, hasta el extremo de que tendrá dificultades para formar un ‘gobierno en la sombra’ como es usual en su país. Además, tendrá que soportar ataques inclementes de los conservadores, que se saben tanto más seguros y perdurables cuanto más consigan poner de manifiesto el radicalismo de su antagonista (la prensa británica, mayoritariamente conservadora, explica hoy la estrategia que prepara Cameron en este sentido). Es decir, que la estabilidad del nuevo líder es precaria y que una parte de su propio partido le augura escasa vida en este liderazgo. En cualquier caso, su llegada a la cima del Labour en el Reino Unido cuestiona todavía más el papel vacilante de la socialdemocracia en la UE actual.

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En otras palabras, el futuro de Corbyn influirá en los derroteros de la izquierda europea, que después de la clamorosa irrupción de los partidos radicales en Grecia y en España, con un resultado más bien pobre, parecía regresar al centro político.

Antonio Papell

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