- La gran irrupción de Podemos en Euskadi cambia el escenario de los comicios de 2012
- El PSE buscaría entrar en el gobierno mediante un nuevo acuerdo con los nacionalistas, pese a un posible mal resulta
- Los populares aglutinarían el respaldo constitucionalista
La carrera para convertirse en el nuevo lehendakari termina este domingo. Las encuestas y la percepción de los analistas hacen que el candidato del PNV, Iñigo Urkullu, parta con cierta ventaja para reeditar su triunfo de 2012. Pero la última palabra la tendrán los 1,78 millones de vascos que está llamados a las urnas el próximo 25 de septiembre.
Una fecha crucial para el futuro de Euskadi y que puede tener gran relevancia en los próximos acontecimientos de la política española. Por ello, el electorado vasco utilizará su papeleta para elegir al encargado de liderarlos en esta situación y a los 75 diputados que les representen en el Parlamento Vasco los próximos cuatro años.
Para este proceso, según recoge MAS Consulting, el Gobierno Vasco ha destinado 2,3 millones de euros para cubrir gastos de personal y administrativos derivados de los comicios. El presupuesto ha descendido un 8,5% en relación a las elecciones de 2012.
Euskadi es la Comunidad Autónoma con menor tasa de paro (12%) de España y, con un PIB per cápita fue de 30.459€ euros
En esos últimos comicios, la participación fue del 63,9% del censo electoral y, el resultado, proclamó al PNV como la formación más votada con 27 escaños, seguido de Bildu con 21 escaños, PSE con 16, PP con 10 y UPyD con 1 escaño.
A pesar de su victoria, los nacionalistas vascos han gobernado en esta legislatura mediante un acuerdo con los socialistas, debido a que estaban muy alejados de los 38 escaños que marca la mayoría absoluta.
¿QUÉ BUSCA LA SOCIEDAD VASCA EN LAS URNAS?
Siendo la Comunidad Autónoma con menor tasa de paro (12%) de España y, con un PIB per cápita fue de 30.459€ euros, en 2015, frente a los 23.200€ euros de España, “la sociedad vasca no quiere cambio”, como apunta la analista política, Itziar García. Matiza que “en los sectores más jóvenes sí existe una preocupación por la bajada de los salarios y la subida de precios”, apunta.
Por su parte, el catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Euskadi, Francisco José Llera Ramo, considera además que “en la agenda vasca se busca apuntalar la convivencia (desarme de ETA, reconocimiento del daño a las víctimas y a la sociedad, aceptación de las reglas de juego y política penitenciaria). Y, asimismo, lograr un gran pacto sobre la mejora y avance del autogobierno”.
Otro factor para el electorado y clave del debate ha sido Arnaldo Otegi. “Mientras algunos piensan en las pensiones, Otegi ha vuelto a traer el debate del derecho a decidir que ha estado aparcado estos últimos años”, apunta Itziar García. Por su parte, el profesor de Ciencias Políticas de Universidad de Euskadi señala que este factor “ha sido la respuesta táctica de EHB a la opa que Podemos le hizo en las elecciones generales del último año, arrebatándole un 40% de su electorado. El escenario de encontronazo institucional e insumisión era la forma de aparentar mayor radicalidad”, matiza Llera Ramo.
EL PARLAMENTO VASCO “OBLIGA” A QUE EXISTAN LOS ACUERDOS
Según el Reglamento de la Cámara (Art. 165, punto 11) “en la votación pública por llamamiento para la investidura, cuando hubiera más de un candidato a lehendakari, los parlamentarios, al ser llamados para la votación pública nominal, responderán con el nombre de uno de los candidatos, o bien declararán que se abstienen”, recoge.
Un hecho que “obliga” a que existan acuerdos y pactos, ya sea de investidura o de gobierno, ya que no se puede votar en contra del candidato o candidatos que se presentan a la investidura. Por lo tanto, en Euskadi es imposible que se produzca una repetición de elecciones por fracaso en la investidura.