• Señala especialmente a Donald Trump por el riesgo de que decepcione con sus políticas y desencadene caídas en los activos
  • Una escalada demasiado rápida de los tipos también supone un punto de riesgo
luis maria linde banco españa
Luis María Linde, gobernador del Banco de España

La complacencia de los últimos meses en los mercados no ha disminuido los riesgos de romperse y desencadenar correcciones en los activos financieros. Una amenaza que se traslada a la estabilidad financiera por el impacto potencial en la banca.

El Banco de España explica en su informe de estabilidad financiera que “a pesar de relativa complacencia en los mercados de capitales, existen varios elementos que podrían alterar este contexto y afectar a las valoraciones de distintos activos”. Es decir, el supervisor constata la revalorización de los activos, en general, en los mercados. Pero advierte a la vez de los riesgos de que haya correcciones.

El organismo gobernado por Luis María Linde insiste así en que el rally de las bolsas se ha convertido en un riesgo, como dijo ya hace un mes. Por ahora, el Ibex sube un 16% en 2017; el Euro Stoxx, un 9%; y el S&P 500, un 8%. La institución considera que la evolución reciente de los precios negociados en los mercados financieros “parece responder a un mayor optimismo de los participantes sobre las perspectivas macroeconómicas mundiales, con una vinculación con algunas reformas anunciadas por la nueva administración en Estados Unidos”.

Esto se ha reflejado, además de en la renta variable, en los tipos de interés a largo plazo y en descensos en las primas de riesgo. En este sentido señala a una decepción con Donald Trump por la aplicación más lenta de sus políticas de estímulo fiscal, la no aprobación de algunas medidas, así como la materialización de algunos riesgo sobre el crecimiento, “podrían desencadenar correcciones en las valoraciones de los activos financieros a través de su impacto sobre las expectativas de beneficios futuros de las empresas o de aumentos en las primas de riesgo”, sentencia el Banco de España, que añade como otra fuente de riesgo un repunte de los tipos de interés “si la normalización de la política monetaria en Estados Unidos fuera más rápida de lo que se anticipa”.

Todos estos potenciales shocks para los mercados desencadenarían caídas en el precio de los activos. Pero no serían únicamente pérdidas para los inversores que poseen estos activos, sino que como derivada suponen una amenaza para la estabilidad financiera por varias vías, según los economistas del Banco de España.

La primera, explican, se centra en una caída en el valor de las carteras de los intermediarios financieros. Por otro lado, “podría producirse un deterioro de las condiciones de financiación de los distintos sectores productivos, aunque una mayor pendiente de la curva de tipos de interés podría beneficiar a medio plazo a las entidades de depósito”, añade el informe.

El Banco de España no considera que el precio de los activos financieros se encuentre desalineado respecto a sus fundamentales. Sin embargo, esto no evita que “la materialización de algunos riesgos” podría golpear su valor, con la consiguiente amenaza que también persiste si la escalada de tipos de interés fuera “abrupta”.

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