• En los dos primeros años del cierre del grifo del crédito aumenta el desempleo en un 1% por esta razón
  • El impacto es mayor entre el empleo juvenil, con un incremento del paro en un 2,4%
CREDITO-PRECONCEDIDO

Las caídas del crédito aumentan el desempleo. Esta relación causal, aunque resulta evidente, deja advertencias preocupantes a la hora de cuantificarla. De hecho, entre un cuarto y la mitad del empleo destruido se achaca a esta razón. Otra conclusión alarmante es que el impacto de que se cierre el grifo de financiación a empresas y familias es mayor en los jóvenes. Así se desprende de un informe difundido por el Banco de España.

En concreto, un estudio divulgado por la institución que gobierna Luis María Linde establece una correlación entre el volumen de préstamos concedidos y el desempleo. Su autor es Mihály Tamás Borsi, profesor de Economía de la Universidad Ramón Llull, quien investiga el impacto de las contracciones de crédito privado sobre el rendimiento del mercado laboral.

Para ello, analiza la evolución en un conjunto de 20 países de la OCDE, entre los que está España, en el periodo 1980-2013. “Los resultados empíricos sugieren que una disminución en el crédito privado puede dar lugar a un aumento considerable y estadísticamente significativo en las medidas de desempleo”, explica el estudio.

Los resultados empíricos sugieren que una disminución en el crédito privado puede dar lugar a un aumento considerable y estadísticamente significativo en las medidas de desempleo

Así, hay una parte del aumento del paro que se debe directamente a la restricción del crédito. En promedio, este factor es culpable de entre un 25% y un 50% de la destrucción de puestos de trabajo durante los cuatro primeros años desde que se alcanza un máximo del nivel de apalancamiento y empieza a caer el crédito concedido. Esta correlación permite extraer dos consecuencias prácticas importantes. Una es que la evolución del crédito podría ayudar a mejorar los sistemas de predicción del empleo. Otra es que las políticas monetaria y de supervisión y regulación del sistema financiero contribuyen a aliviar el daño de las crisis entre la población activa.

AUMENTO DEL PARO

El estallido de las crisis económicas conlleva un cambio de la tendencia al alza de la financiación a los agentes económicos privados que se produce en época de bonanza. Así, se alcanza un pico a partir del cuál se cierra el grifo y se contrae el volumen de préstamos. Esto ocurrió en España en 1982, en 1992 y en 2013. En los tres casos, vino acompañado de un aumento importante del desempleo.

Las conclusiones del estudio son para el panel de 20 países de la OCDE, entre los que están la mayor parte de las principales economías del mundo. Una vez que se alcanza un máximo en el crédito y se gira la tendencia, durante los dos años siguientes esto provoca por sí sólo, sin contar con el resto de variables económicas, un alza del 1% en el desempleo.

MAYOR DAÑO PARA LOS JÓVENES

La tasa de desempleo aumenta para el rango de edad entre 15 y 24 años en un 2,4% cuando dejan de concederse préstamos

El caso es más sangrante para el paro juvenil, puesto que la tasa de desempleo aumenta para el rango de edad entre 15 y 24 años en un 2,4% cuando dejan de concederse préstamos. Más del doble que para el conjunto de los trabajadores. Además, es un efecto negativo que tarda en disiparse, advierte Mihály Tamás Borsi a raíz de las cifras estudiadas.

El paro juvenil se ha convertido en un problema que se ha enquistado en la economía española. El número de parados entre 16 y 24 años fue de 445.000 jóvenes durante el segundo trimestre de 2007. Una cifra que se duplicó en apenas seis años hasta alcanzar un máximo de 980.700 jóvenes desempleados en 2013. Desde entonces se ha reducido paulatinamente, hasta el dato de 692.800 parados de la última encuesta de población activa (EPA). Esta mejoría no disipa el problema, con tasas de paro del 63% en el segmento de edad de 16 a 19 años, y del 43% entre los jóvenes que están entre los 20 y los 24 años.

De esta forma, la contracción del crédito que se suele producir en las crisis agrava la situación para los más jóvenes, recién incorporados al mercado laboral. “El paro juvenil ha sido un problema para muchos países durante décadas, así como para la sociedad en su conjunto. El desempleo entre los más jóvenes es de preocupación especial en España, Italia y Grecia, donde alcanza hasta la mitad de esta fuerza laboral”, afirma Tamás Borsi.

El estudio divulgado por el Banco de España menciona así explícitamente a la economía española, y analiza además condicionantes que pueden contribuir a un mayor daño en el mercado laboral provocado por la contracción del crédito. Los impactos negativos mencionados en el empleo aumentan y tardan más en borrarse cuando el nivel de apalancamiento es mayor. Asimismo, los descensos del volumen de nuevos préstamos “asociados con instituciones del mercado laboral más rígidas producen una tasa de desempleo sustancialmente más alta, especialmente entre los jóvenes”.

Evolución del crédito y del paro entre 1980 y 2013. Fuente: estudio de Mihály Tamás Borsi

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