No descartamos una caída hasta el nivel de los 23.250 puntos sin que se estropee su magnífica tendencia alcista principal
Sangría en el Dow Jones (-4,60%) que terminó el lunes con la mayor caída desde agosto de 2011. Tras meses de infatigables subidas el selectivo opta por una toma de beneficios, como no podría ser de otra forma, violenta. No creemos que sea nada más que un alto en el camino tras las estratosféricas ganancias del último año. Hay que tener muy en cuenta que el índice se ha llegado a revalorizar un 34% desde comienzos de 2017 lo que sin duda es algo extraordinario. Entra dentro de la lógica que el Dow Jones busque apoyo en las inmediaciones de los 23.250 puntos, niveles en donde se encuentra la media de 200 sesiones. No obstante esto no complicará sus buenas perspectivas técnicas a medio y largo plazo y es que creemos que podríamos acabar viendo, en breve, una señal de fortaleza que nos invite a pensar en una extensión de las ganancias.
