- Las concentraciones previas al torneo coinciden con la final de la Champions
- Luis Suárez, pendiente de la decisión del TAS
A Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid les ha aparecido un gran obstáculo de cara a ganar la UEFA Champions League. La final del torneo, que se disputará más tarde de lo habitual, coincide con la fecha en la que los internacionales sudamericanos se tendrían que incorporar a sus selecciones para preparar la Copa de América.
Los tres equipos cuentan con jugadores sudamericanos que son clave en sus plantillas. Futbolistas por los que, además, han desembolsado una importante cantidad de dinero.
Hace poco más de una semana, el Real Madrid confirmó el fichaje de James Rodríguez a cambio de 80 millones de euros. El Barcelona pagó poco antes una cifra similar para poder incorporar a Luis Suárez, por lo que ni a Florentino Pérez ni a Josep María Bertomeu les va a hacer mucha gracia tener que desprenderse de estos futbolistas en un momento tan importante de la temporada.
Luis Suárez todavía no es una baja segura debido a que está sancionado sin poder jugar en los próximos nueve partidos que dispute Uruguay. En el caso de que e TAS decida reducir la sanción, el uruguayo se uniría a una lista de bajas compuesta casi con total seguridad por Messi, Alves, Bravo, Mascherano y Neymar.
En el caso del Real Madrid, quienes tendrían que hacer las maletas rumbo a Chile, sede de la Copa de América, serían James Rodríguez, Marcelo y Di María, en el caso de que el argentino continué formando parte de la plantilla madridista.
El Atlético de Madrid, vigente campeón de Liga, perdería seguro al jefe de la defensa, Godín, y a Giménez. Además, se podría incluir la baja de Miranda en el caso de que el nuevo seleccionador brasileño, Dunga, decida convocarle con la 'canarinha'.
NEGOCIACIONES ENTRE FEDERACIONES
Los tres grandes de la Liga tendrían que negociar con las federaciones latinoamericanas para que permitan a sus nacionales incorporarse dos días más tarde a la concentración previa al torneo. Pero aquí aparece un problema importante, y es que la FIFA exige que los futbolistas se incorporen a sus selecciones dos semanas antes del inicio del torneo.
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