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Los analistas de BoA Merrill esperaban que el encuentro de los directivos de BP con Barack Obama sirviera para dar mayor transparencia a las responsabilidades en las que incurrirá la compañía por el vertido, pero lo cierto es que no ha hecho sino contribuir al malestar sobre los términos acordados.
“Aunque seguimos pensando que la base de activos es todavía muy amplia como para ayudarle a capear el temporal, las medidas que tendrá que llevar a cabo erosionarán de forma significativa su ventaja competitiva”, aseguran.
Por su parte, Seymour Price apunta a una contracción notable del capex orgánico derivado de esta situación. “Si tenemos en cuenta que el mercado tendrá que esperar hasta el primer trimestre de 2011 para tener novedades en cuanto al dividendo, es difícil encontrar algún motivo que nos lleve a pensar que las acciones de BP pueden hacerlo mejor que el mercado”, concluye.
BP sube ahora un 7,60%, hasta los 362,60 peniques.
S.B.