MADRID, 07 FEB. (Bolsamania.com/BMS) .- “Una cosa está clara: el drama griego sigue en escena”, la representación continúa, afirmaba ayer Joachim Fels, economista jefe de Morgan Stanley, en una nota a la que ha tenido acceso Bloomberg. “Un escenario muy, muy malo para la Zona Euro –un default de Grecia y su salida de la moneda única- simplemente no puede ser descartado”.

Atenas no se pone de acuerdo ni fuera (con tenedores privados para la quita), ni dentro (entre los partidos políticos sobre la implementación de los ajustes solicitados por la “troika” para que reciban el segundo tramo de ayudas), y las posturas no parecen estar próximas a un acercamiento: “Nos están pidiendo que vayamos hacia una recesión mayor, a la que el país no puede hacer frente. Voy a luchar para evitarlo”, declaraba ayer el jefe de la oposición helena, Antonis Samaras.

A las cinco de la tarde comienza la segunda ronda de negociaciones entre las autoridades helenas y el mercado espera el encuentro en números rojos -CAC (-0,28%); DAX (-0,45%); FTSE (-0,23%); e Ibex35 (-0,63%; 8.779 puntos)- a pesar de que la sesión comenzaba ligeramente en positivo. Y es que las incertidumbres sobre Grecia vienen hoy acompañadas de unos resultados empresariales poco convincentes (UBS, Arcelor, Swatch) y de una rebaja de Fitch a los bancos italianos.

Por sectores, Automóviles (-1,49%) y Bienes de Consumo (-1,45%) son los que peor se comportan; mientras que Salud (+0,28%) y Seguros (+0,06%) son los que mejor lo hacen. Finalmente, en otros mercados, el Euro/Dólar cotiza en los 1,3148 (+0,14%); el barril de Brent en los $116,18 (+0,22%) y el de West Texas en los $97,11 (+0,21%). Al mismo tiempo, el oro sube un 0,27%, hasta los $1.729,60.

DEMOGRAFÍA Y MERCADOS: JAPÓN, IRLANDA Y ESPAÑA

Hoy vamos a acercarnos al mundo de las perspectivas del mercado desde un punto de vista diferente: la demografía. En opinión de Simon Moore, CFA de Charterholder, “los datos demográficos tienen una gran importancia para el crecimiento y, por extensión, para la valoración de los activos (…). Este tipo de indicadores tiene la ventaja, además, de ser mucho más fácil de predecir que otros factores económicos. Decir que si usted en 2012 tiene 20 años, en 2013 tendrá 21 y así sucesivamente, es una apuesta segura”.

Así, para hacernos una idea de la importancia de la demografía, este experto nos deja un dato: “En 2010, el crecimiento de la población mundial fue del 1,1% y el del PIB mundial del 4,2%. Esto es, el incremento en el número de personas contribuye en un 25% a la mejora de la economía. No es algo determinista, pero sí un factor que influye de manera importante sobre todo en el largo plazo”.

Pero, ¿cómo trabajan los factores demográficos? Aunque la demografía impacta de muchas formas en la economía, Moore destaca dos principales:

- La estructura de edad: Una alta proporción de personas en edad de trabajar respecto a las que no, es positivo para la economía.

- El crecimiento de la población contribuye al del PIB: Un país con una población mayor, tendrá una economía mayor.

Ahora, echemos un vistazo a los datos demográficos que se manejan para el periodo 2011-2020. Para Damon hay tres cosas claras:

- Las perspectivas de Japón son débiles: La población está envejeciendo y la natalidad es baja, y esto tiene implicaciones negativas tanto para su mercado de bonos como para el de acciones.

- El futuro de Oriente Medio es bueno: Oriente Medio y el Norte de África verán incrementar su población. Sin embargo, dado el escaso desarrollo de sus mercados, es difícil operar en ellos.

- Una mirada optimista hacia Europa: Algunos de los países más problemáticos de la región se pueden ver desde una perspectiva demográfica positiva. Es el caso de Irlanda y España, que cuentan con un ratio de crecimiento de la población del 0,97% y del 0,37%, respectivamente, frente al descenso del 0,37% nipón.

“Este análisis”, concluye Moore, “no examina la crisis de deuda soberana con el suficiente detalle como para que del mismo se pueda extraer que podemos ponernos largos en España o Irlanda, pero los factores demográficos apuntan a que, al menos, sus perspectivas a largo plazo pueden ser más optimistas de lo que las emisiones de deuda sugieren por sí solas”.

Sara Carbonell
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