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Mohamed Bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí

Arabia Saudí y Canadá están actualmente enzarzados en una disputa por los derechos humanos que ha llevado a la suspensión de las relaciones diplomáticas y comerciales. Ambos países se niegan a dar marcha atrás a pesar de que esta situación puede producir un colapso en futuros acuerdos comerciales y una oleada de sanciones. Arabia Saudí ya está vendiendo sus activos canadienses. Y todo, por unos tuits.

El pasado viernes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá pidió a través de Twitter a Riad que liberara "inmediatamente" a los activistas arrestados a finales de julio en Arabia Saudí por defender los derechos de las mujeres. Según las Naciones Unidas, al menos 15 activistas defensores de los derechos humanos y críticos con el Ejecutivo saudí han sido arrestados desde el pasado mes de mayo.

Ha suspendido todos los intercambios comerciales con el país norteamericano y ha cancelado todos los vuelos directos a Toronto

El Gobierno saudí aseguró que estas declaraciones suponían una "violación grave e inaceptable de las leyes y procedimientos" del país y requieren "una respuesta contundente para evitar que cualquiera intente entrometerse en la soberanía". Además, anunció que impondría una serie de sanciones diplomáticas, entre las que se incluía la expulsión del embajador de Canadá.

Unas medidas que no se han dejado esperar. Ha suspendido todos los intercambios comerciales con el país norteamericano, ordenado a los 16.000 estudiantes que hay en Canadá que regresen a casa o completen sus estudios en otra parte del mundo y ha cancelado todos los vuelos directos a Toronto a través de su aerolínea estatal.

Y hay más. El banco central saudí y los fondos estatales de pensiones ordenaron a los administradores de activos extranjeros que se deshagan sus acciones canadienses, bonos y tenencias de efectivo "sin importar el coste". De hecho, Arabia Saudí está empezando a vender sus activos canadienses.

Canadá no se ha quedado callada y, a pesar de las medidas de Arabia Saudí, reiteró que Riad liberara de inmediato a los activistas arrestados. La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland ha dicho que el país "siempre defenderá los derechos humanos en todo el mundo, y los derechos de las mujeres son derechos humanos". Por su parte, la portavoz del Ministerio, Marie-Pier Baril, ha asegurado en un comunicado que el Gobierno "el diálogo es crucial para la diplomacia internacional”.

En términos de volumen, Arabia Saudí es la tercera fuente de importación de petróleo para Canadá

Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Palestina han mostrado su apoyo a Arabia Saudí, mientras que Estados Unidos, que tradicionalmente mantiene una importante amistad con Canadá, de momento se ha mantenido al margen. Amnistía Internacional ha hecho un llamamiento para que países como Reino Unido o Francia siguieran el ejemplo y denunciaran los abusos contra los derechos humanos. "Ahora es el momento de que otros gobiernos se unan" para "poner fin a la represión de libertad de expresión en el país", reclaman.

En términos de volumen, Arabia Saudí es la tercera fuente de importación de petróleo para Canadá. En términos de volumen, es el decimoséptimo socio comercial. El comercio entre ambos países rondó los 4.000 millones de dólares el año pasado (3.448 millones de euros). Una parte significativa de esta cantidad proviene de un acuerdo para vender vehículos de combate y armas, que ahora también podría correr peligro.

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