Uber puede tener sus horas contadas en Europa. El segundo veto de Londres a la compañía en los dos últimos años no solo pone en peligro su acceso a su mercado más lucrativo del Viejo Continente: también está en jaque su presencia en el resto de países.
"A largo plazo esperamos que Uber sigue operando en Londres pero no podemos descartar periodos de incertidumbre", reconoce Jeffrey Kaufman, analista de Loop Capital, justo después de rebajar el precio objetivo de la compañía desde los 48 dólares a los 41.
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Esta cifra le sigue dando potencial alcista desde sus actuales niveles de 29,9 euros por acción. Y todo, pese al desplome del 6% que registró este lunes al conocerse la noticia de su veto en la capital inglesa. Allí tiene a 3,5 millones de sus usuarios regulares, siendo su mejor mercado fuera de EEUU desde que empezara a expandirse a partir de 2012.
En Londres tiene 45.000 trabajadores que ahora "afrontan el estrés de poder quedarse parados y tener que pagar las deudas por el alquiler de los coches", afirma James Farrar, presidente de la United Private Hire Drivers. "Los trabajadores de a pie acabarán pagando los platos rotos de la incapacidad de Londres y su sistema de transporte sumado a la negativa de Uber de cumplir las reglas", apostilla.
"La decisión de Londres puede afectar a la rentabilidad de Uber de cara a 2021 teniendo en cuenta que es un mercado maduro capaz de impulsar el Ebitda de estas compañías", destaca Mandeep Singh, analista jefe de 'Bloomberg Intelligence'.
Todos quieren un pedazo del pastel que es Londres. El mercado del transporte privado en la ciudad ha experimentado grandes cambios desde 2017. Desde entonces se ha vuelto más competitivo con la entrada de empresas como Ola, ViaVan y Bolt que ofrecen los mismos servicios que Uber. Al mismo tiempo, los de Dan Khosrowshahi han ido perdiendo credibilidad en Europa a golpe de demanda a lo largo y ancho del Viejo Continente.
¿Y AHORA QUÉ?
Uber tiene 21 días para apelar la decisión, algo que ha asegurado hará. El veto en Londres tuvo lugar al considerar el regulador de la ciudad que se puso en riesgo la seguridad de los pasajeros debido a que su aplicación no es "adecuada".
Ese problema de seguridad se refiere a que un cambio en los sistemas de Uber permitió a conductores no autorizados subir sus fotos a las cuentas de otros pilotos. De esta forma, recogían pasajeros suplantando la identidad de ese conductor. En total, se estima que este problema ha afectado a más de 14.000 viajes.
