• La televisión pública, la radio y las edicones de los medios impresos fueron en 1981 la única forma de seguir el minuto a minuto del golpe
  • El teniente coronel Antonio Tejero entró en el Congreso el 23 de Febrero a las 18:23 h y comenzó uno de los momentos más representativos de la historia de España
23f tejero twitter

Con una democracia asentada tras la dictadura de Franco como la que hoy en día existe en España, que vuelva a haber un golpe de estado es impensable. La sociedad española de 1981 vivía los primeros pasos de la democracia y aún quedaban muchos años hasta que llegasen las redes sociales, los smartphones y las tablets. En un ejercicio de creatividad, intentamos trasladarnos a aquel día en el que el teniente coronel Antonio Tejero entró en el Congreso, pero con una sociedad y una tecnología como la que tenemos hoy en día.

En el momento en que el teniente coronel Antonio Tejero y el grupo de guardias civiles que le acompañaban irrumpió en el hemiciclo aquel 23 de febrerfo a las 18:23 horas, el Congreso estaba repleto de políticos, prensa y asistentes. "Poco antes de las seis y media oímos un golpe seco. Yo, que había hecho la mili, me di cuenta de que era un disparo. Iba a salir a ver qué ocurría cuando vi por el pasillo de la izquierda de la tribuna cómo un guardia civil con un subfusil en sus manos venía corriendo y gritando '¡métete adentro, rápido adentro!' Entré, y detrás de mí lo hizo el guardia", explica Jesús María Zuloaga, redactor de Europa Press aquel día en el Parlamento.

Si Tejero entrase el 23-F de 2017 en el Congreso se encontraría un hemiciclo repleto de políticos que usarían sus tables y sus móviles para tuitearlo todo

La reacción de todos los asistentes en aquel momento no pudo ser otra más que quedarse en sus asientos y esperar a ver cómo evolucionaba la situación. Muy diferente de lo que hoy en día hubiera pasado. Si Tejero entrase el 23-F de 2017 en el Congreso se encontraría un hemiciclo repleto de políticos que usarían sus tables y sus móviles para tuitear todo lo que pasase. Incluso alguno se atrevería a contar a través de Facebook Live o Periscope el segundo a segundo de los movimientos de Tejero y su grupo de guardias civiles.

Antes que controlar a los parlamentarios, Tejero tendría que asegurarse en un primer momento de que el canal de televisión que retransmite las sesiones parlamentarias dejase de emitir. Congreso TV se puede seguir a través de la web de la entidad, en su canal de YouTube y además es lanzada a las televisiones de todo el país. Si el equipo de comunicación del Congreso es rápido seguro que tendrían tiempo antes de que les quitasen el acceso a las cuentas de tuitear algo avisando de lo sucedido.

Simulación de un tuit del Congreso

LAS LARGAS HORAS DE ESPERA

La falta de comunicación fue uno de los grandes problemas aquel 23-F de 1981. Dentro del Parlamento pocos sabían lo que estaba pasando fuera. Incluso Tejero no tenía claro el éxito o no del golpe. En 2017, las redes sociales tendrían tuits de los parlamentarios o medios de comunicación contando los movimientos fuera del Congreso. Una vez más los usuarios de a pie jugarían un papel fundamental.

Hashtags como #23F, #Resistiremos o #NoAlGolpe se convertirían en Trending Topic

Seguramente, hashtags como #23F, #Resistiremos o #NoAlGolpe se convertirían en Trending Topic tras ver cómo millones de ciudadanos escribían en sus muros comentarios contra el golpe. Seguro que Tejero también tendría sus adeptos en las redes y crearían etiquetas en apoyo al movimiento. El golpe de estado saltaría así del Parlamento y los despachos en donde se libró a las redes sociales.

La larga espera hasta ver a Juan Carlos I en la televisión rechazando el golpe podría haberse solucionado con un tuit, una retransmisión en Facebook Live o simplemente con una publicación en la página web oficial de Zarzuela.

La situación de miedo y caos en algunas zonas podría provocar que incluso Facebook activara su aplicación para emergencias y permitiera a sus usuarios avisar a sus familiares y amigos que están bien. Los mensajes y los 'pásalos' serían una constante durante todas las horas que durase el golpe. Y aunque las fuerzas de seguridad lo impedirían, el movimiento de 'rodea el Congreso' se activaría y comenzarían las movilizaciones para manifestarse a favor de la democracia.

EL DÍA DESPUÉS

Las redes sociales seguro que no habrían ayudado a Tejero a cambiar la historia. El golpe no sería más posible por tenerlas, más bien lo contrario. La falta de comunicación y la incertidumbre hizo que el golpe de estado se alargase durante horas a la espera de ver qué pasaba. Las redes sociales seguro hubieran ayudado a acortar plazos, hubieran hecho que Tejero se rindiese antes y hubieran movilizado por toda España a millones de personas que tendrían un canal para manifestar sus ideas y su rechazo.

Da igual que sea un acontecimiento deportivo, político o social, los días después en Twitter y en el resto de las redes sociales siempre dan pie a los famosos memes, que seguro tendrían a Tejero como gran protagonista.

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