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Investigación CSICCSIC

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

Un trabajo realizado por investigadores del CNB y del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), ambos centros pertenecientes al CSIC, ha puesto de manifiesto que un doble anillo para segregar el ADN es el responsable de la producción de la toxina botulínica.

Algunas bacterias mantienen pequeñas moléculas de ADN que codifican proteínas neurotóxicas y emplean la maquinaria celular de la bacteria hospedadora para replicarse y distribuirse durante el proceso de división celular.

En este sentido, el trabajo, publicado en la revista 'Nucleic Acids Research', ha mostrado que, para llevar a cabo la segregación de estos ADN tóxicos, estas bacterias pliegan el ADN en forma de anillo doble, una arquitectura que hasta ahora nunca se había observado, el cual forma, junto a ciertas proteínas, una estructura llamada segrosoma a la que se une una proteína motora encargada de trasladar el material genético hacia diferentes puntos de la célula.

Los investigadores han utilizado el microscopio de fuerzas atómicas, así como la técnica de las pinzas magnéticas, para estudiar el proceso de formación del doble anillo en tiempo real. En concreto, el estudio se ha realizado con ADN de bacterias patógenas de la especie 'Clostridium botulinum'.

"El primer paso para la formación de este doble anillo, es que la proteína TubR se asocie a una región del ADN para formar el segrosoma. Como consecuencia, el ADN se dobla dando lugar a las estructuras circulares dobles que observamos con el microscopio de fuerzas atómicas. Finalmente, la proteína motora TubZ se uniría al segrosoma para trasladar el material genético hasta diferentes puntos de la célula", ha explicado el investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) y uno de los directores del trabajo, Fernando Moreno.

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