El ayuntamiento de Barcelona ha elaborado un protocolo de actuación para detectar y multar a conductores de transporte de viajeros que operen a través de aplicaciones y empresas como Uber. Las multas pueden ascender hasta los 4.000 euros.

En respuesta a las presiones del sector del taxi, que ha protagonizado dos huelgas en la ciudad condal, el consistorio ha elaborado un protocolo de actuación contra estos vehículos de transporte de viajeros sin autorización. Según informa El Mundo, la Guardia Urbana de Barcelona, en un comunicado interno, admite que actúa ante el “incremento de reclamaciones por parte de los taxistas por presuntas infracciones relacionadas con el intrusismo laboral”.

Esta instrucción de la Guardia Urbana informa a los agentes que deberán intervenir cuando sospechen que se está transportando pasajeros sin los permisos y deben entrevistar por separado al conductor y al “posible cliente”. Los agentes deberán documentar mediante “fotografías o capturas de pantalla de los dispositivos móviles” del conductor y el pasajero, que la relación contractual entre ambos es irregular.

N.J.

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