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La Organización Trump, del ex presidente Donald Trump, ha sido condenada a pagar una multa de 1,6 millones de dólares por fraude fiscal y otros delitos cometidos como parte de un plan dirigido a ayudar a algunos de sus altos ejecutivos a evadir impuestos durante 15 años.

The Trump Corporation y The Trump Payroll Corporation, dos subsidiarias del imperio empresarial de Trump, han sido sentenciadas con la máxima multa posible que recogen las leyes de Nueva York por evasión fiscal, falsificación de registros comerciales y conspiración.

Los fiscales han definido el plan como "amplio y audaz" y tenía como principal objetivo compensar a los ejecutivos de la entidad "fuera de los libros". Esta condena supone la primera decretada por un juez contra las compañías del ex presidente.

El pasado mes de diciembre dos colaboradores de la Organización fueron declarados culpables de 17 cargos criminales. Uno de esos ejecutivos fue Allen Weisselberg, ex director financiero de la empresa, que se declaró culpable de fraude fiscal el verano pasado y acordó cooperar con las autoridades.

La oficina del fiscal del distrito de Manhattan acusó a Weisselberg de recibir 1,7 millones de dólares como una forma de compensación por la evasión llevada a cabo durante más de una década. Este pago se habría materializado a través del alquiler de apartamentos de lujo, muebles, automóviles de la marca Mercedes para él y su esposa o el pago de la matrícula de los colegios privados a los que acudían sus nietos.

Las compañías de Weisselberg y Trump "realizaron y se beneficiaron de un fraude generalizado durante más de una década", ha señalado el fiscal Alvin Bragg, en un comunicado.

"Si bien las corporaciones no pueden cumplir penas de cárcel, esta condena y sentencia consecuentes sirve como un recordatorio para las corporaciones y los ejecutivos de que no se puede defraudar a las autoridades fiscales y salirse con la suya. También es un recordatorio importante de que nuestra ley estatal debe cambiar para que podamos imponer penas y sanciones más significativas a las corporaciones que cometen delitos en Nueva York", ha indicado Bragg.

El ex presidente Donald Trump no ha sido acusado, pero ha mostrado su desacuerdo con el veredicto dictado contra su compañía. "Nueva York se ha convertido en la capital mundial del crimen y el asesinato, sin embargo, estos fiscales políticamente motivados no se detendrán ante nada para atrapar al presidente Trump y continuar la interminable caza de brujas que comenzó el día en que anunció su presidencia", ha declarado la Organización Trump en una nota de prensa.

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