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Si aprender de los errores es algo completamente fundamental en el día a día de cualquier persona, para un emprendedor puede ser un factor que le lleve al éxito o al fracaso. Aquí te ofrecemos las historias de cuatro emprendedores que supieron levantarse y corregir a tiempo.

Poner demasiada pasión e inversión en una idea que no tiene futuro, no hacer un buen plan de negocio, elegir mal la ubicación o no tener claro qué nicho de mercado se puede cubrir, son algunos de los errores en los que ha podido caer cualquier empresario. Aquí van los cuatro de los que, como emprendedor más puedes aprender:

No poner atención en las necesidades del cliente final o equivocarse de nicho, entre los errores más comunes

1. No tener en cuenta las necesidades del cliente final

El desarrollo de un software para mejorar el sistema de microfinanzas provocó dolores de cabeza a Vicente Fenoll, en 2004. Hasta que se dió cuenta de que plataforma era demasiado compleja, y las entidades de microfinanzas no querían comprarlo, pero fué rápido, simplificó el producto y lo orientó al cliente final. Desde ese momento su empresa, Kubo Financiero, no ha parado de crecer hasta dar servicio a más de un millar de clientes.

2. Equivocarse con el nicho de mercado

Puede que tu producto sea fantástico pero que lo estés vendiendo en el lugar y al público inadecuado. Es lo que le ocurrió en sus inicios a la empresa de repostería Chikahuak, vendían a un público que prefería otros productos porque eran más baratos que los suyos, no empezaron a crecer hasta que encontraron un canal de venta adecuado para la repostería gourmet.

3 Emprender sin pasión

No parece muy habitual, pero la historia de Gabriel Haddad podría ser la de cualquier otro emprendedor que entra en un negocio familiar sin mucho interés, tras varios años, se da cuenta de que no le apasiona, lo cierra e inicia un nuevo proyecto basado en lo que le gusta. Tras tener un negocio de telas, comenzó una nueva actividad en el mundo de la tecnología para gestión de inventario. Allí ha encontrado su éxito personal y empresarial.

4 No cuidar los precios, sobre todo si ofreces un producto tradicional

El mercado necesita novedades y sólo está dispuesto a pagar más si ofreces un valor añadido. A Alberto Álvarez, le ocurrió en varios negocios. Según CNN Expansión, este emprendedor mexicano se aferraba a que sus negocios tenían que funcionar hasta que dejó caer algunos para poder tomar impulso en los que mejores precios podía demandar al mercado por ofrecer un mayor valor añadido.

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