La actividad del sector privado en Estados Unidos ha vuelto a ralentizare en agosto, y ahora "se tambalea al borde del estancamiento", como indica el índice PMI compuesto que elabora S&P Global, con una caída hasta los 50,4 puntos desde los 52 alcanzados en julio, que lo sitúa en su nivel más bajo desde febrero.
Según el organismo que difunde los datos, "las empresas estadounidenses señalaron un aumento más lento de la producción durante agosto". Los fabricantes volvieron a caer en contracción a medida que la producción registró un nuevo descenso, mientras que los proveedores de servicios "experimentaron un crecimiento lento", el más débil desde febrero.
La "escasa demanda de los clientes" impulsó la desaceleración a lo largo de la economía estadounidense, ya que el total de nuevos pedidos disminuyó por primera vez en seis meses, tanto para el sector manufacturero como para los proveedores de servicios.
Mientras tanto, las presiones sobre los costos recuperaron cierto impulso, a medida que la tasa de inflación de los precios de los insumos se aceleró a raíz de los mayores costos de combustible, salarios y materias primas. Sin embargo, los "esfuerzos para seguir siendo competitivos e impulsar las ventas sofocaron el ritmo de la inflación de los precios de venta".
El incremento de los precios estuvo liderado por los proveedores de servicios, ya que los fabricantes dejaron los cargos de producción sin cambios desde julio.
En lo relativo al empleo, los datos de agosto indicaron sólo un aumento fraccional en la contratación, y aunque se amplía la secuencia actual de creación de empleo que comenzó hace poco más de tres años, el ritmo de subida fue el más lento durante este período.
Los proveedores de servicios frenaron la contratación, y el empleo en el sector se mantuvo prácticamente sin cambios durante el mes, mientras que los fabricantes continuaron viendo un aumento en el empleo, aunque al menor ritmo desde enero.
Chris Williamson, director de negocios de S&P, destaca que "el casi estancamiento de la actividad empresarial en agosto aumenta las dudas sobre la fortaleza del crecimiento económico estadounidense en el tercer trimestre".
"Las empresas informan que la demanda parece cada vez más letárgica ante los altos precios y los crecientes tipos de interés. La caída en los nuevos pedidos recibidos por las empresas en agosto podría inclinar la producción hacia una contracción en septiembre, ya que las empresas ajustan su capacidad operativa de acuerdo con el deterioro del entorno de demanda", concluye.
EL SECTOR MANUFACTURERO
El índice PMI para el sector manufacturero cayó en dos puntos porcentuales en agosto, hasta los 47 puntos, lo que muestra "un sólido deterioro en las condiciones de operación a mediados del tercer trimestre". La caída fue la segunda más pronunciada desde enero, como resultado de un nuevo descenso de la producción y una disminución más pronunciada de los nuevos pedidos, que pesaron sobre el rendimiento general del sector.
La compra de insumos cayó a un ritmo más rápido que en meses anteriores. Además, algunas empresas afirmaron que la escasez de conductores en los proveedores frustró los esfuerzos por reducir los tiempos de entrega.
