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Nueva jornada de descensos para el petróleo. El precio del 'oro negro' comenzaba la sesión con ganancias gracias a las expectativas de un aumento de la demanda por parte de China, pero la inesperada crisis bancaria y el temor a que se extienda a nivel global ha provocado fuertes pérdidas en el crudo.

El West Texas, de referencia en Estados Unidos, se ha dejado un 2,35%, hasta los 66,74 dólares, lo que se traduce en una pérdida semanal que roza el 13% y de casi 10 dólares en cinco sesiones. El barril de Brent, de referencia en Europa, por su parte, ha caído un 2,69%, hasta los 72,63 dólares.

El petróleo ha registrado unos días muy complicados a raíz del colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature y los problemas en Credit Suisse y First Republic Bank, que han llevado a los gobiernos de Estados Unidos y Suiza a tener que ofrecerles su ayuda.

El temor a que se produzca un efecto dominó y comiencen a surgir problemas en otras entidades financieras ha puesto nerviosos a los inversores, que están preocupados porque toda esta situación derive en una crisis mundial y desencadene una recesión económica.

"Claramente, los comerciantes no están convencidos de que lo peor haya quedado atrás, lo que continúa pesando mucho sobre el precio del crudo, particularmente de cara a un fin de semana en el que cualquier cosa puede pasar, como vimos hace una semana. Si prevalece la calma, los precios del petróleo podrían recuperarse y un fin de semana tranquilo puede ser el primer paso para lograrlo", ha destacado Craig Erlam, analista sénior de Oanda.

En el lado contrario se han situado otras materias primas como el oro y la plata, que se han convertido en activos refugio en medio de la creciente volatilidad de los mercados, y han cotizado con fuertes ganancias.

"Con los rendimientos a la baja y el comercio del oro cerca de los niveles vistos por última vez a principios de febrero, está claro que los operadores están adoptando una postura defensiva. Si eso continúa en el comercio temprano de la próxima semana será determinado por cuán lleno de acontecimientos resulte ser el fin de semana", ha señalado Erlam.

En este sentido, el analista sostiene que "los niveles de resistencia clave del oro siguen siendo 1.960 dólares, alrededor de los máximos de febrero, y 2.000 dólares, una ruptura de los cuales sería un movimiento psicológico importante y una señal de cuánto miedo permanece en los mercados".

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