El cambio de año trae también modificaciones en el método y condiciones de acceso de las pensiones por jubilación, con un incremento de los años de cotización, entre otros cambios, que vendrán acompañados de un incremento del 8,5% en las prestaciones recibidas.
Con la nueva normativa, acceder al 100% de la jubilación será un poco más difícil, ya que a partir de este año serán necesarios 36 años y seis meses cotizados, lo que supone medio año más en comparación con 2022, cuando se exigían 36 años de cotización.
Este criterio se mantendrá a lo largo de los próximos cuatro años, y no será hasta 2027 cuando se vuelva a incrementar, en este caso para elevar los años de cotización hasta los 37 para poder acceder al 100% de la prestación correspondiente.
Lo que no cambia es la cotización exigida para acceder a la mitad de la pensión, que sigue fijada en los 15 años, y se establece que, a partir del decimosexto año, la base reguladora se incrementará un 0,21% por mes cotizado, hasta un máximo de 49 (aquí también se produce un cambio, ya que hasta este año este porcentaje se mantenía por 106 meses), y en cada uno de los 209 meses restantes crecerá un 0,19%.
