El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán ha reconocido ante el juez ser autor de un delito de alzamiento de bienes y el “grave error” que cometió al confiar en Ángel de Cabo para reflotar Marsans, que acabó quebrando y dejando más de 11.000 acreedores y un agujero de más de 200 millones de euros.
En un escrito presentado ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, el empresario solicita una reducción de la condena que pueda serle impuesta en el juicio con los atenuantes de reconocimiento de los hechos y reparación del daño.
De Cabo prometió 8 millones de euros a Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual
Díaz Ferrán asegura que lamenta “la situación a la que Ángel de Cabo condujo al Grupo Marsans” y admite que aceptó “sucesivas” entregas de dinero, aunque en una cuantía inferior a la señalada por la acusación. Según la Fiscalía, De Cabo prometió dar a Díaz Ferrán y su socio, Gonzalo Pascual, 8 millones de euros en mensualidades de 100.000 euros.
Jorge García Téllez, testaferro de Ángel de Cabo, declaró ante la policía que éste prometía a los empresarios arruinados salvar su negocio y entregarles dinero para afrontar sus necesidades. Sin embargo, la entrada de De Cabo agravaba la situación de insolvencia de las empresas, al apoderarse de todos sus activos líquidos y posesiones de alto valor económico.
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