Francisco Nicolás Gómez Iglesias ha sido, desde el pasado octubre, portada en todos los medios de comunicación del país y también en muchos extranjeros.
La reacción general ha sido de desconcierto, nadie sabe como un veinteañero ha sido capaz de acercarse a la cúpula empresarial del país y a las altas esferas del PP.
En El Mundo han recopilado las 10 fechorías más sorprendentes de Francisco Nicolás Gómez:
1. LA LICENCIA DE LA TERRAZA
La primera de las escenas que describe El Mundo en su crónica, es en la que Francisco Nicolás Gómez intenta conseguir una licencia de terraza para un mercado gourmet. Ana Botella se niega con un rotundo “¡Estoy harta de la corrupción!”.
Los que estaban en esa reunión, se horrorizan por la situación actual. La alcaldesa descubrió las maniobras del joven y frenó el avance de aquella licencia.
2. LA CITA A LA QUE IBA A ACUDIR EL REY
Nicolás se reunió con Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo, el multimillonario dueño de Alsa. Esta comida finalizó con un apretón de manos y una llamada de Cosmen a Soraya Sáenz de Santamaría.
Cosmen alaba el trabajo del chico, Sáenz se muestra desconcertada “No sabemos de qué nos habla”. Para entonces, el secretario de Comercio, Jaime García-Legaz, ya había informado de la existencia de un chico que afirmaba ser su “ahijado” para negociar.
El muchacho vendía encuentros con García-Legaz hasta por 35.000 euros, como si se tratase de una estrella de rock. El secretario de Comercio huía de él y alertaba a sus compañeros “Huíd de él”.
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3. EL PALCO DEL BERNABÉU
El 25 de octubre de 2014 se jugaba el clásico en el Bernabéu. Todas las autoridades de las que Francisco Nicolás se valía para sus negocios hablan de él. Se había destapado la trama.
4. EL FALSO FRANCISCO DE SELECTIVIDAD
En septiembre de 2012, Francisco Nicolás pagó a un joven que se parecía a él para que hiciese los exámenes de Selectividad. Un testigo directo de la escena, compañero de Fran del instituto, comenta que le pagó una cifra elevada y que sacó “bastante nota”.
5. LA ESTUPEFACCIÓN DE SUS PADRES
Sus padres no tenían ni idea. “No sabía nada. Estoy sorprendido. Comprendan que aún estoy entendiendo lo que pasa”, comentaba el padre a El Mundo.
Según compañeros de trabajo, “Paco es íntegro. Él no entiende nada”. Su sueldo era normal, de clase media, nadie entendía como Nicolás se costeaba sus desatinos.
6. EL CACHÉ DE SU PRESENCIA
Según uno de sus amigos, Francisco está “en la casa de una tía, a las afueras de Madrid. No atiende llamadas por temor a grabaciones interesadas”. Responde al whatsapp y habla a diario con su amiga Isabel “La pechotes”.
El caché de Francisco Nicolás está ya en los 100.000 euros. El de Isabel está en los 30.000 y ya tiene un manager: el de Belén Esteban.
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7. EL DÍA ANTES DE SU CAÍDA
Un día antes de ser detenido, Francisco recogió a un empresario de la noche en un Audi A8 con una sirena y, tras una vuelta, le ofrece una licencia de discoteca.
8. CLASES ESPECIALES
Nicolás iba a clase con deportistas de élite, un grupo reducido al que se le adaptaba el horario a los entrenamientos. A pesar de no serlo él, tenía las mismas facilidades que los otros chicos, sin embargo, sus notas eran bastante malas.
A veces faltaba durante una semana y decía que se había ido de viaje con un político o empresario famoso. Se jactaba de cenar con Florentino Pérez e iba a clase con chófer.
9. SUS REDES SOCIALES
Francisco Nicolás alardeaba de sus hazañas en su Tuenti. Tanto es así que incluso ofreció una limusina para sus compañeros y compañeras en las que debían ir con “tías cachondas”.
En una conversación entre Fran y tres amigas, Alejandra, Elisa y Ana, deja entrever su poder de convicción.
Alejandra: “Por fin tenemos una foto con Fran”
Elisa: “Cuidado a ver que hacéis con mi chulo”
Ana: “Es mi Franchu”
Francisco: “Hay para todas”
Elisa: “Ana, ¿qué haces tú por él? No sé si sabrás que él es mi chulo y yo su putita”.
10. LAS FOTOS EN GÉNOVA
El día que Rajoy salió elegido presidente, Francisco Nicolás también estaba allí. Por supuesto, sacó las suficientes fotos para mostrar a todos sus contactos lo bien posicionado que estaba, celebrando la victoria popular en las elecciones.
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