ep el presidente del gobierno en funciones pedro sanchez sale a recibir en el palacio de la moncloa
Óscar J.Barroso - Europa Press - Archivo

España volverá a celebrar nuevas elecciones en menos de dos meses y los medios internacionales destacan del riesgo de abstención al tratarse de las cuartas que se celebran en cuatro años y apenas seis meses después de las últimas. Consideran que los líderes de los partidos han pasado más tiempo culpándose mutuamente por el estancamiento que negociando para formar Gobierno.

España, la cuarta economía más grande en la zona euro, ha estado "en el limbo político" desde que los socialistas emergieron como el partido más votado en las elecciones parlamentarias celebradas el pasado mes de abril, en las que, sin embargo, no tuvieron los suficientes escaños para gobernar por su cuenta, destacan en Reuters.

Creen que los líderes de los partidos han pasado más tiempo culpándose mutuamente por el estancamiento que negociando

Además, señalan que, según las encuestas, unos nuevos comicios podrían mantener el estancamiento, ya que el PSOE ganaría más escaños pero no serían bastantes como para asegurarse una mayoría por sí mismos. Aunque, "con los votantes cansados ​​de ser convocados tan frecuentemente a las urnas, el nivel de abstención será clave el 10 de noviembre".

En Bloomberg optan por destacar el "último fracaso" en conseguir una alianza de gobierno, que muestra que el estado de la política en España está cada vez "más fragmentado". Desde las elecciones de abril, el presidente en funciones "demostró ser incapaz de ganar el respaldo necesario", apuntan en Financial Times, que también señalan que el PSOE tendrá que "lidiar con el riesgo de abstención entre su electorado".

En el plano económico, los medios internacionales hacen mención a las consecuencias de los últimos acontecimientos políticos, ya que no ha habido reformas importantes en este sentido desde 2015.

Este martes, el Rey constató en su ronda de consultas con los partidos políticos que no existe un candidato que reúna los apoyos necesarios para lograr ser investido presidente del Gobierno por el Congreso de los Diputados, lo que en la práctica se traduce a que España se ve abocada a celebrar nuevas elecciones que, según los plazos establecidos, tendrán lugar el 10 de noviembre.

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