Las elecciones presidenciales que Estados Unidos celebra en la segunda mitad de este año se antojan clave en muchos aspectos, y uno de los principales es la política exterior del país, como apuntan los analistas, ya que el partido Demócrata y el Republicano tienen visiones contrapuestas sobre cómo debe ser la relación del territorio con el resto del mundo.
En este sentido, los analistas de Danske Bank aseguran que "la política exterior de Estados Unidos podría ver cambios significativos" con motivo de los comicios, principalmente en lo relativo a la relación del país con otras dos potencias mundiales, como son Rusia y China.
"Biden se ha centrado en mejorar las relaciones con aliados clave de Estados Unidos, al mismo tiempo que adopta una postura más dura hacia China y Rusia. Estados Unidos ha sido, con diferencia, el más importante proveedor de apoyo militar a Ucrania mientras Biden ha presionado para proteger los derechos de propiedad intelectual en EEUU con restricciones al comercio y a las inversiones", destacan.
Sin embargo, recuerdan que Biden "nunca revocó los aranceles de la era Trump a China, que siguen vigentes hoy", aunque su Gobierno sí que ha mantenido un enfoque distinto en su relación con el gigante asiático, caracterizado, según estos analistas, por una comunicación "menos dura" y unas acciones que han sido "incluso más fuertes".
"Si Trump logra la victoria en las elecciones, esperaríamos un mayor enfoque en fortalecer a EEUU en su poder de negociación bilateral no sólo contra China, sino también contra aliados como Europa. Trump estaba dispuesto a imponer aranceles al acero y al aluminio europeos allá por 2018, y el regreso a un panorama político similar marcaría un cambio significativo con respecto a la actualidad", agregan.
Durante su mandato, Trump enfatizó el fortalecimiento de las balanzas comerciales de Estados Unidos y, si bien los cambios impulsados por la pandemia en el consumo "han desdibujado el panorama", el déficit comercial del país con China "de hecho se redujo desde los años previos a la pandemia".
"Dicho esto, el déficit comercial total ha seguido ampliándose, impulsado por las crecientes exportaciones de productos manufacturados de países como Vietnam y México. Si bien los datos son limitados, los países del sur global también han sido un mercado de exportación cada vez más importante para China, lo que podría sugerir que el comercio está simplemente siendo desviado", agregan.
EL PAPEL DE UCRANIA
La elección del nuevo presidente de EEUU también tendrá "mucha influencia sobre el futuro apoyo a Ucrania", y en este sentido desde Danske Bank recuerdan que "la falta de apoyo de EEUU podría presionar a Ucrania para que considere concesiones territoriales como parte de un acuerdo de paz", un escenario que es "muy peligroso para Europa a largo plazo".
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"Algunos incluso han especulado con la posibilidad de que Trump retire a Estados Unidos de la OTAN, aunque la legislación reciente aprobada como parte de la Ley de Autorización de Defensa Nacional para el año fiscal 2024 tenía como objetivo evitar que el presidente abandonara unilateralmente la alianza sin apoyo del Congreso o al menos una mayoría de dos tercios en el Senado", aseguran.
Por el contrario, si Biden gana la presidencia, "el resultado podría ser incluso más favorable para Ucrania que antes", puesto que "los republicanos de la Cámara de Representantes han expresado mucho más su oposición a los nuevos paquetes de apoyo que sus colegas del Senado, y por ende a la Cámara controlada por los demócratas, junto con el Senado controlado por los republicanos, les podría resultar más fácil aprobar nuevos fondos para el apoyo".
Desde la firma subrayan también que, si bien las políticas fiscal y exterior son el foco de atención desde el punto de vista económico, hay varias cuestiones internas "que podrían ser decisivas para los votantes", como es la inmigración, puesto que "los republicanos están impulsando reformas sobre cómo Estados Unidos trata a los inmigrantes que cruzan la frontera sur".
¿QUIÉN ES EL FAVORITO?
Los principales partidos del país todavía deben definir a sus candidatos para los comicios, un proceso que se antoja más reñido en el bando republicano, pese al favoritismo con el que parte Trump, quien debe imponerse en las primarias del partido a oponentes como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o Nikki Haley, su ex embajadora ante las Naciones Unidas.
"DeSantis, quien es visto como un conservador entre los republicanos, ha luchado por diferenciarse de Trump, mientras Haley últimamente ha disfrutado de un creciente apoyo entre los votantes más moderados. No se equivoque, sin embargo, ya que ambos rivales de Trump tienen raíces claramente conservadoras. Por ejemplo, DeSantis y Haley son firmes partidarios de limitar el derecho al aborto", detallan.
Las primarias continúan hasta junio, pero el resultado normalmente se conoce "mucho antes", ya que los rezagados pierden la carrera en favor de otro candidato. Si se cumplen los pronósticos, los analistas creen que Trump podría cantar victoria poco después del 5 marzo, el conocido como "super martes", en el que se realizará la mayor cantidad de primarias.
Sin embargo, las recientes decisiones de los estados de Colorado y Maine de bloquear a Trump las elecciones primarias "crean cierta incertidumbre sobre si el expresidente podrá en última instancia incluso participar en la carrera".
"Es probable que la cuestión sea abordada por la Corte Suprema de Estados Unidos, que decidirá si Trump participó en una insurrección durante el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio, cuyo objetivo era impedir que el Congreso formalizara la victoria de Biden en las elecciones anteriores", concluyen.
