• Este trámite suponía el control de las finanzas catalanas antes de la aplicación del artículo 155
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Isabel CelaáPSE-EE

La Generalitat de Catalunya podrá efectuar pagos sin pasar por la supervisión del Ministerio de Hacienda. Isabel Celáa, ministra de Educación y portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez, lo ha anunciado este viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y Ministras.

Antes de la celebración del referéndum del 1 de octubre, el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ordenó que los bancos debían supervisar uno a uno todos los pagos efectuados por la Generalitat para asegurarse que no financiaban actividades ilegales. Esta medida, que quedó reforzada tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, queda ahora anulada, según ha anunciado Celáa.

"Nos ha parecido que era una medida de normalización", ha dicho Celáa, quien ha precisado que eso "no significa que el Gobierno no vaya a estar informado de las eventuales partidas que pudieran dirigirse a cuestiones catalanas". La portavoz ha insistido en que se "levanta la supervisión como gesto de normalización política, en la confianza de que funcionará bien".

En esta línea, la portavoz del Ejecutivo ha afirmado que se han dado instrucciones, "a través de Subsecretaría de Hacienda, para que los bancos financien y atiendan las órdenes del gobierno catalán sin necesidad, como ahora se venía haciendo, del sello del Gobierno español".

El sistema vigente hasta ahora obligaba a las entidades financieras a revisar de forma manual cada transacción. Para ello, tenían que emitir un certificado para cada persona o empresa que recibía los pagos y remitirlo al ministerio para que concediera su visto bueno. Esto suponía una ingente carga de trabajo administrativo para los bancos, en especial BBVA y CaixaBank, adjudicatarias de la gestión de la Tesorería de la Generalitat.

En relación con Cataluña, Isabel Celáa ha explicado que "no existe ninguna razón" para que Quim Torra, presidente de la Generalitat, sea el primero en reunirse con el presidente del Gobierno. Así, aunque Sánchez ha anunciado diálogo para Cataluña, Torra deberá asumirlo sin trato de favor.

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