El Gobierno ha lanzado una oferta a los agentes sociales para ampliar los ERTE hasta el 31 de enero de 2022, que tiene la condición de que las exoneraciones a las empresas estén vinculadas a las acciones formativas para los trabajadores afectados por los expedientes temporales de empleo.
Esta es la primera propuesta que lanzan desde el Ejecutivo con la intención de proteger tanto a trabajadores como a las compañías que se están viendo afectadas por la crisis derivada del coronavirus.
El nuevo procedimiento recoge que la renovación de los ERTE no será automática, sino que las empresas deberán solicitar estar bajo el amparo de este mecanismo antes del 10 de octubre. La administración estudiará los casos y si en 10 días no se ha recibido respuesta, se dará por desestimada la solicitud.
Las exoneraciones de los pagos a la Seguridad Social que deben hacer las sociedades es otro punto que cambia. En la oferta lanzada por el Gobierno, se pretende vincular esta ayuda que asumiría el Estado a que las empresas realicen programas de formación a aquellos trabajadores afectados por los expedientes temporales de empleo.
Sin embargo, las exoneraciones serán completas para aquellas empresas que se vean afectadas por una medida administrativa que tenga por objetivo mitigar el avance de la pandemia. Si las limitaciones son parciales, las ayudas serán de 50% del pago de las cuotas si la empresa es de menos de 50 trabajadores y del 40% si tienen más.
Hasta el 14 de septiembre, había 253.000 trabajadores acogidos a algún ERTE, un nuevo mínimo de toda la pandemia. El descenso se produjo gracias al sector turístico, puesto que las agencias de viaje pasaron de tener al 56% de sus empleados suspendidos al 32%, mientras que el transporte aéreo y alojamiento redujeron más de 20 puntos la plantilla en algún expediente de regulación temporal.
