ep el alcalde de madrid jose luis martinez- almeida durante su intervencion en la reunion de la
Eduardo Parra - Europa Press

"Se acabó la cordialidad. Vamos a dejar de utilizar la pandemia para atacar al Gobierno de Pedro Sánchez. Estoy aquí para defenderle cada vez que le das una patada". Son las palabras que este miércoles ha expresado la delegada del Gobierno en la región, Mercedes González, en una rueda de prensa conjunta con el alcalde del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez Almeida.

En ella, ambos se han enzarzado en distintas acusaciones en las que Almeida ha dicho que le "parece de cachondeo que el Gobierno diga ante el caos de falta de marco jurídico que sean las comunidades las que pidan el estado de alarma". "A mí lo que me parece un cachondeo es lo que estamos viviendo", ha respondido González.

"Yo creo que quien tiene un lío severo es la Comunidad de Madrid, que cuando hay un Covid a la madrileña se tiene que tomar por parte de las instituciones madrileñas decisiones de acuerdo al Covid madrileña y debe aplicar todos los instrumentos que están a su alcance", ha continuado la delegada.

El clima de entendimiento se ha roto nada más comenzar el turno de preguntas. Antes, ambos aseguraban que durante la reunión había habido cordialidad. "Confío que con esta delegada que tenemos, a parte de las discrepancias, sea el diálogo continuo y que vamos a colaborar. Destacar el clima de coordinación, diálogo y trabajo y espero mantenerlo en el futuro. Espero tener una relación fluida y colaboración con ella sobre lo que los ciudadanos nos demandan a las instituciones", decía Almeida.

La Delegación del Gobierno en Madrid y el Ayuntamiento de Madrid se han reunido este miércoles para poner en marcha un plan especial de seguridad que evite reuniones y botellones multitudinarios en torno a la Pradera de San Isidro este fin de semana, cuando tradicionalmente se celebra el patrón de la ciudad.

La intención es evitar a toda costa escenas como las vividas en la Puerta del Sol, en el barrio de Malasaña y otros puntos de la capital este sábado a medianoche, cuando decayó el estado de alarma. Unos centenares de personas "de cuya responsabilidad depende la salud" de los madrileños, ha apuntado González, quien considera que "hubo determinados mensajes que iban sembrando una falsa libertad".

"Esperábamos una explosión de felicidad, pero de ahí a un festejo de fin de año con cuenta atrás media un abismo. Eso es lo que vimos, concentraciones multitudinarias contadas por los medios. La gente gritando libertad. Ojalá estuviéramos libres del virus", ha apostillado.

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